Corría el año 2012 cuando se presentó la Suzuki Inazuma 250. La casa de Hamamatsu diseñó una moto tirando de la receta tradicional que había estado funcionando durante los últimos 25 años, pero que ya empezaba a mostrar signos severos de desgaste. La idea era de sobra conocida: una naked utilitaria de 250 cm3 pensada para todas esas personas que necesitaban un vehículo de rutina para sus desplazamientos diarios por ciudad.
Este segmento, el de las naked utilitarias de cuarto de litro, en la práctica tiene mucho sentido. Son motos muy similares a las 125 en lo que a maniobrabilidad y gasto se refieren, pero que aportan un plus muy importante en prestaciones, ya que doblan la cilindrada y la potencia, lo cual hace que sean motos mucho más aprovechables fuera de la ciudad. El problema es que la normativa actual ha dejado esta cilindrada en tierra de nadie. Quien busca una utilitaria compra una 125, y quien se saca el A2, ya que ha hecho el esfuerzo, aspira a conducir algo más potente. A parte de eso, la fiebre del scooter como moto urbana ha sido puntilla para este segmento que, otrora, fue uno de los más exitosos en nuestro país.
En mi opinión, esta moto se presentó demasiado tarde. Si hubiese llegado a los concesionarios 10 años antes lo mismo ahora estábamos hablando de un éxito de ventas, pero la realidad es que se vendieron muy poquitas y puede que sus principales clientes fuesen las autoescuelas, de cara a conseguir un vehículo sencillo y manejable con el que facilitar a los alumnos la obtención del carné A2. Su precio de venta rondaba los 4.400 euros, demasiado para ser un producto fabricado en la siempre económica República Popular China. Esta tarifa tampoco ayudó a levantar las ventas del modelo.
Y es una pena, porque técnicamente era una moto muy conseguida con soluciones sofisticadas para tratarse de este segmento. Su principal reclamo es un motor bicilíndrico en linea refrigerado por agua. Este propulsor cuenta con cuatro válvulas, dos por cilindro, y ofrece una potencia máxima de 24 CV a 8.500 vueltas. Cuenta con seis velocidades. El bastidor es de doble cuna y está compuesto por tubos de acero, igual que el basculante. En el apartado de frenos la Inazuma monta discos en ambos ejes, siendo el frontal de 290 mm y el trasero de 240 mm.
Estéticamente, la Suzuki Inazuma estaba inspirada en modelos más grandes de la marca como la Suzuki B-King o la Suzuki GSR. Prueba de ello es la forma del frontal, con esa óptica tan personal y atípica; así como las fibras laterales de la moto que nacen en el depósito y avanzan hasta abrazar el radiador de agua por ambos lados, albergando también los intermitentes delanteros. A parte de eso, quizá el elemento estético más llamativo sea su escape 2-1-2. Tanto los colectores a la salida de los cilindros como sus silenciosos gemelos, uno a cada lado, son la parte de la moto que más atrae la atención.
En cuanto a su usabilidad, está claro que la zona de confort de la Inazuma es la ciudad. En esta circunstancia los 24 caballos sobran para moverte por la jungla urbana e incluso podrás “zafarte” de los enlatados y de las motos de octavo de litro con suma facilidad. Si dejas atrás las calles, te vas a encontrar una moto que funciona muy bien por carreteras de doble sentido y a velocidades de crucero moderadas. El problema, como siempre con las cilindradas bajas, es la autovía, donde podrás mantener cruceros a velocidades de 120 km/h pero sin mucho margen de respuesta ante posibles imprevistos. La inexistente protección aerodinámica tampoco ayuda en estos escenarios.
De segunda mano se pueden encontrar unidades en buen estado por unos 2.300 euros. Se vendieron muy pocas unidades, por lo que puede ser un problema encontrar alguna a la venta cerca de tu residencia. No se conocen males endémicos del modelo. El motor también se monta en la deportiva de la casa, la Suzuki GSX 250R, sin fallos o taras conocidas. Si buscas una moto cómoda y urbana, y además no te gustan las motos de variador, puede ser un buen producto para tí. Aunque siendo sinceros, puestos a gastar esa cantidad, yo me decantaría por la Honda VTR 250, que se puede encontrar a precios similares y es una moto con mucha más personalidad y mejores prestaciones.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.he comprado una suzuki inazuma 250 de 2ª mano, va muy bien pero a veces no arranca y se enciende F1, sabeis a que se debe?
Con esos datos que nos das es compicado hacer una diagnosis, pero así a bote pronto yo revisaría primero lo básico. Bujías y filtro de aire.
Si eso está bien entonces ya me inclino por alguna avería eléctrica de la moto. Quizá tienes mal algo del sistema de encendido (bobinas, pipas de bujías, conexiones eléctricas…) puede que el fallo sea inermitente y solo ocurra a vez con lo que el resto del tiempo la moto funcionará sin mayores problemas. Puede ser una conexión eléctrica que falsee.