En 1946, un ingeniero aeronáutico llamado Corradino d’Ascanio daría forma al embrión de lo que luego sería una de las moto más conocida del mundo, la Vespa. Bajo el nombre de MP6, el prototipo sobrevive en manos del Grupo Piaggio y en base a él, el fabricante italiano quiso hacer uno de los scooter más exclusivos y que, al mismo tiempo, fusionase la tradición con la modernidad. Hablamos de la Vespa 946.
Es la base que se utiliza en la versión 946 Christian Dior, de la que os hablamos la semana pasada. La primera vez que esta moto se presentó al público fue en 2012, pero en forma de prototipo y bajo el nombre de Vespa 46, en honor al año de fundación.
Pasando 67 años de aquel prototipo, otro venía a ocupar su lugar manteniéndose fiel a la filosofía del bastidor autoportante de chapa y las mismas formas orgánicas que la asemejaban a una avispa. Pero en su interior lucía tecnología muy actual, como era el caso del motor de 125 cc de última generación y elementos que por aquel entonces eran exclusivos.
Tal fue el éxito de esta Vespa 46 que Piaggio decidió llevarla a producción a pesar de que el precio iba a ser prohibitivo para muchos, sobre todo tratándose de solamente una “cientoveinticinco”. Llegó un año más tarde pero con el nombre de Vespa 946.
¿Por qué? Pues sencillamente porque el 46 está asociado fuertemente a la personalidad de Valentino Rossi, y en Piaggio no querían que el nombre diese lugar a pensar que se trataba de una edición especial en honor a Il Dottore. Además, la primera Vespa llegó en 1946. La 946 permaneció fiel al prototipo, partiendo cómo no del chasis monocasco autoportante de chapa de acero.
Sin embargo, y para reducir peso, se optó por una aleta delantera y una base del manillar en aluminio. A él se ancla el motor monocilíndrico con culata de tres válvulas y 124 cc, el mismo que se usa en la Vespa normal o la Liberty. La potencia es de 11,6 CV a 8.250 vueltas y el par motor 10,7 Nm a 6.500 RPM.
Aunque el diseño era fiel al original, el construir el chasis en acero hizo que el peso se disparase en báscula hasta los 154 kg, lo que es mucho para una 125. Por ejemplo, una Vespa LX pesa 115 kg, por lo que es una pluma al lado de ella. También es una moto grande, más larga que una GTS y se nota a la hora de moverse con agilidad en ciudad. Y eso a pesar de que las ruedas son de 12″, adornadas además con unas preciosas llantas lenticulares desmontables que simulan los frenos de tambor originales, aunque realmente cuenta con frenos de disco de 220 mm tanto delante como detrás.
El tren delantero sigue siendo de tipo oscilante monobrazo, denotando su origen aeronáutico. No obstante, detrás hay un amortiguador con sistema progresivo que se ubica, de forma casi horizontal, en el cófano izquierdo. Como novedad, fue de los primeros scooter de Piaggio en montar control de tracción ASR (por supuesto, también contaba con ABS), y también algo no muy habitual, el faro delantero LED, que aunque a la vista es uno, son dos superpuestos.
Mención aparte merece el asiento de tipo flotante y en el que se puede ubicar también un pasajero. Su base es de aluminio, con un diseño muy logrado y que parece “pivotar” sobre la pieza ubicada en el interior. Sentado a los mandos, una instrumentación digital junto a unos mandos en los que a excepción de los cables del acelerador, todo queda oculto a la vista.
Cada una de las Vespa 946 está fabricada a mano en Italia, y además en tiradas cortas que son cada una de ellas conocidas por una denominación. Por ejemplo las primeras fueron la Ricordo Italiano o la Bellissima. Esto hace que su precio, como decíamos, no sea apta para todos los bolsillos y si queremos una, debamos desembolsar la nada desdeñable cifra de 10.000 euros. Casi el triple respecto a una imitadora de sus formas o una Vespa muy básica.
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Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS