La Yamaha FZ 600, aparecida en 1987, podía considerarse como un parche mientras se desarrollaba un modelo capaz de plantar cara a la competencia. Las deportivas de media cilindrada creían en oferta y sobre todo en prestaciones, y Yamaha no tenía nada realmente capaz en el segmento, al menos en ese preciso momento.
En la década de los 80, Yamaha tenía en catálogo un modelo deportivo, la Yamaha FJ 600, que se había quedado anticuada con los nuevos lanzamientos de los rivales. Ya habían anunciado una nueva montura más capaz y eficaz, la que sería finalmente la FZR, pero la competencia iba en aumento y Yamaha tenía que estar en el meollo o se quedaría atrás.
Kawasaki fue la primera en golpear con las GPX 600 y GPZ 600 en 1985. La Honda CBR 600 F Aero llegó en 1987 y en Suzuki se volvieron locos y lanzaron la RG500 con motor “dos tiempos”, aunque tenían también en catálogo la GSX-F 600 desde 1988. Yamaha no podía hacer frente a todas las novedades con la FJ, así que tuvo que salir al paso mientras se completaba el trabajo con las FZR.
Así, como decíamos, puso un parche que tapara el agujero durante un tiempo, un parche que se llamó Yamaha FZ 600 y que, como cabe esperar, era, así decirlo, la transición entre la FJ y la YAmaha FZR 600, la cual, estaría lista para 1989. El caso es que, con tan poco tiempo y con la idea de invertir en su creación lo justo e imprescindible, tuvieron que hacer algunas concesiones técnicas.
El motor, por ejemplo, era una ligera evolución del cuatro cilindros con culata de ocho válvulas y refrigerado por aire de la Yamaha FJ 600, un motor que también se instalaba en las Yamaha XJ y Yamaha YX. Un motor que no estaba a la altura de la competencia, pues solo rendía 70 CV –66 o 67 CV según algunas fuentes–. Solo la CBR, con la culata multiválvulas y la refrigeración líquida, anunciaba 85 CV.
Sin embargo, Yamaha trabajó duro en la parte ciclo y demostró que una motocicleta no es solo motor. El chasis, una estructura de tubo de sección cuadrada y fabricado con acero –bastante clásico en modelos deportivos de aquellos años– estaba equipado con una horquilla delantera convencional que sujetaba una llanta de 16 pulgadas y un amortiguador trasero Monocross.
Las pruebas de la época hablan de una moto cuyo comportamiento era más que ejemplar, con estabilidad y control, muy por encima, por ejemplo, de la Kawasaki GPZ 600 R, que destacaba por su potencia bruta pero no por su chasis. De hecho, la Yamaha FZ 600, con depósito lleno, apenas superaba los 200 kilos de peso, lo que permitía que también fuera manejable y fácil de mover entre curvas.
También se destacó su diseño, que al parecer, gustó a una gran cantidad de probadores de la época y según algunos, tenía un aspecto más deportivo que la CBR y que la GPZ. Además, la Yamaha FZ 600 tenía un precio muy competitivo y resultaba bastante más barata que sus rivales aquí mencionadas.
Aun así, no se la puede considerar un éxito de ventas, y por supuesto, tampoco es un modelo especialmente recordado por los aficionados.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS