En 1991 Yamaha presenta la nueva XTZ660 Ténéré para renovar no solo el aspecto de la anterior versión de estilo dakariano con su doble faro frontal, sino también su mecánica con culata de 4 válvulas y refrigeración por aire.
Como decía, su nueva estética adoptó un solo faro trapezoidal incorporado en un semicarenado que protegía el radiador del nuevo propulsor y se integraba en las formas del gran depósito de 20 litros de capacidad. Gracias a la pequeña pantalla transparente integrada y al volumen de sus plásticos, el piloto tenía asegurado una gran protección frente al viento en largos recorridos por carretera. Además, acoplado al semicarenado se podía controlar el funcionamiento del propulsor en un panel de instrumentos que aunque contaba con velocímetro, cuentarrevoluciones, temperatura del motor y dos indicadores luminosos para la luz larga y punto muerto se echaba en falta uno referente a la presión del aceite.
El desarrollo del motor de la nueva moto partió del anterior monocilíndrico de la XT 600 Ténéré de 595 cc, que incorporaría un nuevo pistón de mayor diámetro aumentando de esta manera la cilindrada hasta los 659 cc, además de montar una nueva cámara de combustión refrigerada por agua y una culata multiválvulas con 3 válvulas de admisión y dos de escape accionadas por un solo árbol de levas movido por cadena. Alimentado por un carburador Teikey aumentó su par a medio régimen, su potencia máxima hasta los 46 CV obtenidos a 6.250 rpm y su par máximo hasta los 57 Nm a 5.250 rpm.
Lubricado por cárter seco, dejaría de llevar el depósito del aceite bajo el asiento del piloto para que esta vez estuviese integrado en el nuevo bastidor que constaba de una viga superior desdoblada, combinada con una simple cuna abierta en la zona inferior. En el eje delantero montaba una horquilla convencional de barras de 43 mm de diámetro y 220 mm de recorrido libre en donde iba montada una pinza de freno de doble pistón y un disco de 285 mm. En el eje trasero se recurrió a un conjunto de la marca Bilstein regulable en precarga y compresión de hidráulico que actuaba sobre un sistema progresivo de bieletas que le otorgaban a la moto una carrera de 200 mm.
La suspensión tenía un tarado más bien blando que impedía que en carretera con curvas diese lo mejor de sí restándole precisión al eje delantero, llegando a tener cierta tendencia a la “flotabilidad” a alta velocidad. Pero esto tenía su contrapartida en zonas bacheadas fuera de carretera, donde se agradecía su forma de trabajar de cara a obtener un confort de marcha que se complementaba con el buen mullido de su asiento. A los frenos les pasaba el efecto contrario, con falta de mordiente y requiriendo un gran esfuerzo en la maneta para obtener lo mejor de ellos sobre asfalto, en tierra eran efectivos para controlar los 190 kg que llegaba a pesar la Yamaha si incluyésemos todos los líquidos.
El motor aceleraba enérgicamente desde abajo, dando lo mejor de sí a partir de las 2.500 rpm y estirando sin titubeos hasta las 7.000 rpm gracias a la válvula extra. Las evidentes vibraciones provenientes del motor que aunque llevaba árbol de equilibrado, se hacían notar claramente por toda la moto y se intentaron mitigar dotando de silentblocks el manillar para que los brazos y muñecas del piloto no se viesen perjudicados. Dada su voluminosidad, dejaba claro que la ciudad no era su ambiente favorito en donde su larga distancia entre ejes de 1.495 mm y la rueda delantera de 21” (17” en el eje trasero) tampoco ayudaba a conferirle cierta agilidad entre el tráfico.
Pensada para tener una cierta polivalencia entre el asfalto y la tierra, demostraba ser una montura preparada para realizar largas distancias por asfalto con una velocidad máxima situada en los 165 km/h y con un consumo medio en torno a los 6,5 litros. Si de algo podían alardear las motos de campo con apellido Ténéré era de autonomía gracias a sus grandes depósitos y esta vez no era menos llegando a superar los 300 km.
En 1992 su precio de entonces era de 5.100 € y la situaban entre la popular Honda Dominador 650 y la impresionante Suzuki DR Big 800 S con la que se llevaba poca diferencia, unos 300 € aproximadamente.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS