Es evidente que la electricidad no es la tecnología más indicada para todos los usuarios, ni tampoco lo es para todos los usos. Por mucho que se empeñen en vendernos la moto –nunca mejor dicho–, todavía queda mucho para que los vehículos eléctricos sean realmente equivalente a los actuales. Sobre todo en el mundo de las cuatro ruedas, pues sobre dos, las cosas son algo diferentes. Pero no porque la tecnología sea mejor, en realidad es la misma y en ocasiones, menos desarrollada, simplemente, la moto tiene algunos segmentos de mercado donde la electricidad es una opción muy a tener en cuenta.
Los segmentos de los que hablamos, obviamente, son los que abarcan todas las motos urbanas, sean scooter o sean “motos-motos”. Todos los modelos destinados a pasar su vida en el centro de las grandes ciudades, tienen en la electricidad la mejor opción. ¿Y sabéis por qué? Porque los recorridos por ciudad nunca son muy largos y con una batería pequeña se pueden completar sin problemas. Además, también se carga más rápido y seguramente, sea más barato que circular con una moto equipada con motor de combustión. Si lo que quieres es salir del centro de las ciudades, entonces, es mejor que te olvides de la electricidad. Al menos de momento.
Esto que estamos diciendo no tiene nada que ver con un ataque de locura transitoria, se trata de algo lógico, algo que, por mucho que no le guste a los amantes de los motores de combustión, es lo ideal. Por eso, los fabricantes de scooter están muy atentos a como evoluciona la tecnología y el mercado, mientras algunos se atreven a poner diferentes modelos eléctricos en circulación. Modelos como el FELO FW-06, un scooter eléctrico de aspecto bastante “molón” y unas cifras que te pueden dejar loco. Pero antes de seguir, mencionar que se trata de un modelo equivalente a un 125 centímetros cúbicos de combustión.
Hay muchos detalles que merecen la pena de este aparato, como su implicación con el equipo Gresini Racing durante el desarrollo de la Ducati V21L, la moto eléctrica para MotoE. Eso se nota en algunos apartados, como la autonomía, que se cifra en 140 kilómetros. Si fuera un coche, ahora mismo le estaríamos dando estopa por lo escaso de su alcance, pero es un scooter “de 125”, destinado a circular siempre por entornos urbanos, 140 kilómetros dan para circular sin cargar durante tres o cuatro días –siempre que sea por urbano, obviamente–. Y ese enfoque urbano se nota también en el peso, pues tan solo declara 125 kilos. Nada mal para un scooter eléctrico.
Según FELO, quieren cambiar el concepto que se tiene de scooter eléctrico y para ello, han creado un modelo que pretende ser transgresor, tanto en imagen como en prestaciones. En cuanto a la imagen, habiendo fotos, dejamos las opiniones a los gustos de cada cual, pero si merece la pena destacar algunas cosas, como el llamativo basculante o el portamatrículas. Otra cosa a destacar, por curioso, es que no tiene plataforma, sino estriberas.
Lo interesante está en la rueda trasera, es decir, el motor eléctrico. Se trata de un “motorcillo” que rinde 5 kW –6,7 CV– de potencia nominal, aunque puede alcanzar un máximo de 10 kW –14 CV– Un motor que se alimenta gracias a una batería de iones de litio con 5,57 kWh de capacidad y que además, es capaz de ofrecer nada menos que 338 Nm de par a la rueda. Es decir, tiene tanto par, como un motor turbodiésel de dos litros y se queda muy, muy cerca, del par que desarrolla, por ejemplo, el tres cilindros turbo de 1.5 litros de un Toyota GR Yaris –según ficha técnica son 360 Nm de par–.
Así, el FELO FW-06 es capaz de alcanzar los 125 km/h, acelerar de 0 a 50 km/h en 1,7 segundos y de 0 a 80 km/h en 5,3 segundos. Cifras que para un modelo urbano son muy buenas, pues permitirá a su conductor huir como alma que lleva el diablo en cuanto el semáforo se ponga en verde. Y en ciudades como Barcelona o Madrid, eso es algo que se agradece. Para que tanto par no se desparrame, incorpora una unidad de control central que gestiona todos esos newton metro haciendo las veces de control de tracción.
Lo malo del FELO FW-06 es su precio, nada menos que 6.199 euros. Quizá te parezca poco, pero hace 20 años era un millón de pesetas… y hablamos de un precio que ya tiene incluidos las ayudas del Plan MOVES III.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS