Los chicos de KSR está que no para y ahora nos acaban de presentar un nuevo modelo: la Brixton Crossfire 500 XC, una moto scrambler que va un poquito más allá en la faceta offroad de lo que nos ofrece la Brixton Crossfire 500 X (a la venta desde 2019) y que está fuertemente inspirada en esta, ya que comparten la mayoría de sus componentes.
De hecho, más que hablar de un modelo completamente nuevo, sería más preciso decir que estamos ante un nuevo sabor, o una nueva variante de la gama Crossfire 500. Ya que en lo mollar ambas motos comparten todos sus componentes a excepción de un puñado de piezas.
Hablando de diferencias, el protagonismo principal recae en una nueva llanta delantera de 19 pulgadas, una opción mucho más apropiada para salir del asfalto que la llanta de 17 que monta la versión X. Estrena además zapatos nuevos, ya que como equipo de serie monta los, amados por algunos y odiados por otros, Pirelli Scorpion Rally STR.
Es una goma de tacos con una estética muy agresiva y chula, pero en la que se ha primado un buen comportamiento en asfalto antes que en superficies complicadas.Pero que a decir verdad creo que casa estupendamente con la filosofía de esta moto.
Otras diferencias con respecto al modelo X las encontramos en el equipo de suspensiones. Monta componentes de primer nivel firmados por KYB, siendo la horquilla delantera de tipo invertido y las trasera un monoamortiguador con bieletas y teniendo unos recorridos de 150 y 130 mm para los trenes delantero y trasero respectivamente. Como podemos ver, en este apartado está un poquito limitada para lo que se estila en el segmento scrambler, y unos milímetros más de recorrido en el tren trasero le habrían venido la mar de bien.
También cambian levente las geometrías, ya que monta un manillar más elevado, que proporciona una postura más natural y relajada, menos al ataque y con el que también se mejora la conducción de pie sobre la moto, algo sin duda positivo de cara a realizar esas incursiones por lo marrón que se esperan de un vehículo como este.
Estrena algunas piezas para reforzar su imagen de chica dura, como el cubre cárter de acero inoxidable, las defensas laterales pintadas en color negro, o la rejilla protectora del faro, que sigue siendo la misma unidad Full Led que montan sus hermanas de gama.
Monta un asiento más elevado, que ahora está a 839 mm del suelo, mientras que el guardabarros frontal también se coloca ligeramente más arroba, para evitar embotamientos de barro. Por último, se pasa del porta matrículas colocado en el basculante de la moto a uno más convencional que pende del colín de la moto, y que seguramente también tenga un mejor desempeño en offroad.
El resto de componentes son iguales a los que montan las Brixton Crossfire 500 y Crossfire 500 X, empezando por el archiconocido motor bicilíndrico en paralelo de 500 cc y 48 CV o los frenos J.Juan como principales reclamos. Si queréis ver cómo funcionan todos estos componentes, os remito a la prueba que escribió hace unos meses mi compañero Guillermo sobre la Brixton Crossfire 500 X.
En general me gustan estas motos. Me gusta lo mucho que se han currado los austriacos la estética, los acabados y los detalles. Son motos que están hechas con mimo y eso se nota. Quizá falla un poco el apartado de la funcionalidad, pero lo que es la imagen y la calidad percibida… tienen mis dieses.
He de reconocer que aunque en cierta medida esta Brixton Crossfire 500 XC me parezca “más de lo mismo”, en verdad me gusta que puedas ir al concesionario y elegir más de lo mismo, pero con sabores y personalizaciones ligeramente diferentes, para así tener un producto más capilar y que se pueda adaptar mejor a los gustos y necesidades de cada uno. Por lo que… enhorabuena, Brixton.
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Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS