Rieju no para de crecer. La firma española con sede en Figueres cerró el año 2022 por todo lo alto gracias su meritorio número de ventas. De hecho, jamás habían adjudicado tantos de sus productos. Con más de 22.000 unidades comercializadas (22.233 uds.) superan el récord existente de 2006, cuando se quedaron a las puertas de los 20.000 ejemplares (de los cuales hemos repasado la historia de muchas)

Gran parte de este hito es gracias al aumento de modelos en la gama y a la exportación de los mismos fuera de nuestras fronteras. Más específicamente, la compañía manda el 82 % de su producción a más de 60 países, siendo Francia y Alemania los mercados principales de las motocicletas Rieju. A ello también hay que sumar los frutos que dio comprar la planta de producción de la antigua GasGas en 2020 antes de integrarse en el Grupo Pierer. La marca gerundense lo pasó mal de 2007 a 2013, pero desde 2014 solo ha remontado.

Cuando la compañía se fundó en 1942, lo primero que hizo fue desarrollar ciclomotores con la idea de ofrecer al pueblo español un medio de transporte asequible tras la Guerra Civil. Y tres años después comenzaron a llegar las primeras unidades a las calles. Desde entonces, las mecánicas de 45, 75, 80, 125 y 300 centímetros cúbicos han estado entre los modelos de Rieju, tanto con modelos off-road (los más populares) como mixtos o puramente asfálticos. Todas ellas con cambios manuales, pues los scooters nunca han sido su especialidad.

Rieju es la única marca 100 % española que todavía sobrevive en nuestro país, y afronta el 2023 con más fuerza que nunca ante una competencia cada vez más preparada

De hecho, fue en 1978 cuando quiso adentrarse en el mundo de los cambios continuamente variables (CVT), pero sin mucho éxito. Sin embargo, eso cambiaría con la introducción de su primer modelo eléctrico en 2011, la Mius; ahora sustituida por el duo Nuuk Urban 6 y E-City. Con unos resultados de ventas preocupantes entre 2013 y 2014 (apenas 5.000 unidades), la firma catalana no ha parado de incrementar su presencia a lo largo del globo, ampliando sus miras incluso a mercados al otro lado del charco, como Estados Unidos o Australia.

Pero el resultado de este crecimiento no es una mera casualidad, más bien es la suma de un arduo trabajo y sacrificio por parte de todos y cada uno de los integrantes que forman parte de la empresa. Acercándose poco a poco al siglo de vida, podemos decir que Rieju es como el buen vino: solo mejora con los años. Además, si continúan con la misma estrategia de desarrollo y de ventas, la de ofrecer una mejor experiencia a sus clientes, estamos seguros de que no pararán de crecer. Desde aquí, solo les deseamos lo mejor de lo mejorcito.