Todavía parece que fue ayer mismo, cuando Ducati anunciaba la jubilación de la saga 916/998, y ponía en circulación la Ducati 999, una motocicleta que rompió con la herencia de aquel mítico modelo diseñado por el genio Massimo Tamburini y se lanzó al mercado allá en 1994. Las críticas le llovieron a Ducati por el brutal cambio de tercio en cuanto a diseño, pero como se suele decir, no se puede vivir de las rentas y a veces, merece la pena arriesgarse, desafío que le cayó en manos al señor Pierre Terblanche.

Y fue un desafío porque la Ducati 916 de Tamburini resultó ser una belleza sin igual, tenía un diseño tan logrado, que todavía hoy, más de 25 años después de su lanzamiento, se sigue considerando una de las motos más bonitas que se han fabricado. Y lo es, básicamente, por su simpleza de líneas, por su equilibrio en las formas y por supuesto, por la deportividad que desprende por cada curva y cada recta de su fisionomía, con los esos dos grandes silenciosos bajo el colín, que se convirtieron en parte de su seña de identidad durante todos los años que estuvo a la venta –equipada con unos buenos Termignoni, era capaz de hacer retumbar las paredes–.

Era el modelo con el que Ducati dominó el Mundial de Superbikes durante una buena temporada, con Carl Fogarty a los mandos y además, la versión que había en las tiendas presumía de un tener un bicilíndrico especialmente potente para la época: 127 CV. De hecho, esta moto y sus sucesivas evoluciones, provocaron la llegada de otras tantas bicilíndricas deportivas, como la Suzuki TL1000R o la Honda VTR1000, de las cuáles, la primera era un espectáculo visual y la segunda, fue la única que logró vencer a Ducati con sus mismas armas.

No obstante, a pesar de la historia y de lo deseado del modelo, que se haya pagado 62.200 euros por una Duca 916 SPS, raya en lo excesivo. Se nos está yendo de las manos el valorar ciertas cosas por encima de la realidad. ¿De verdad cuesta más de 10.000.000 de las ya, muy viejas pesetas, una unidad de esta mítica moto? Es cierto que hablamos de un ejemplar de 1997 que solo tiene 24 kilómetros en su odómetro, pero aun así, más de 60.000 euros es irse muy arriba. Y lo más llamativo de todo, es que todavía hay quien no la considera una motocicleta clásica, cuando tiene nada menos que 26 años. Las motos clásicas, como los coches, ya no volverán a ser como estábamos acostumbrados y la mítica 916, está a las puertas de los 30 años… –los cumple en 2024–.

Lo curioso, además del precio, es que la moto ha pasado por un par de mantenimientos. En 2012, con poco más de 22 kilómetros, se le cambiaron las correas de la distribución y los manguitos del refrigerante y con 24 kilómetros, se le cambió el aceite y el filtro, así como el líquido de frenos y el hidráulico del embrague, junto a nuevas correas y nueva batería. No en balde, los años pasan y ese tipo de cosas se deterioran aunque no se usen.

Ha ocurrido en Reino Unido y posiblemente, es la mejor Ducati 916 SPS que se conoce actualmente.