Superveloce AGO 1000: cuando la moto es arte, pero también escupe fuego

Superveloce AGO 1000: cuando la moto es arte, pero también escupe fuego

Una deportiva que rinde homenaje al piloto más laureado de la marca


Tiempo de lectura: 4 min.

Hay motos que nacen para correr, otras para lucirse y unas pocas son las elegidas que son capaces de hacer ambas cosas que una esencia propia de leyenda. La MV Agusta Superveloce AGO 1000 no solo rinde homenaje al piloto más laureado de la marca, Giacomo Agostini, sino que lo hace con una arrogancia mecánica que la convierte en arte sobre ruedas. No estamos ante una edición limitada cualquiera, sino ante una declaración de intenciones: MV Agusta no quiere ser la más vendida, quiere ser la más deseada.

La saga ya venía con grandes pretensiones. Desde la 800 inicial, que se presentó como una reinterpretación futurista del romanticismo clásico, hasta las ediciones especiales. MV ha estado jugando a ser el Valentino de las pasarelas moteras. Con la AGO 1000, han roto el molde. No es una simple reinterpretación, es un misil con alma de museo, con componentes de competición y acabados dignos de la alta costura italiana.

Por muy bella que sea, lo más fascinante de esta moto no está en sus líneas. Está en su brutalidad. No es una simple estampa decorativa. Es un puro artefacto de destrucción estética y mecánica, una superbike de alto nivel disfrazada de clásica, lista para arrancarte los ojos con su belleza.

No sólo celebra a Agostini, también el retorno de MV Agusta a lo que mejor sabe hacer: motos caprichosas, exclusivas, exquisitas y seductoras. La AGO 1000 responde con un rugido visceral que indica que aquí manda el corazón.

MV Agusta Superveloce 1000 Ago (2)

ADN de leyenda: Homenaje a Agostini

Ponerle el nombre de Giacomo Agostini a una moto no es una simple jugada de marketing. Estamos hablando del piloto más laureado del Mundial de motociclismo, con 15 títulos y 122 victorias. Hablamos de un hombre que llevó el escudo de la marca hasta lo más alto de la era dorada del motociclismo. No es casualidad que este modelo lleve su firma en el colín y un número 1 bien bordado.

No se limita a homenajear con emblemas. Cada línea, cada costura, cada componente parece una interpretación moderna de las MV Clásicas, que dominaron entre los 60 y 70. El carenado delantero, con su faro redondo y perfil limpio, recuerda a aquellas 350 tricilíndricas brillaban en Monza. Eso sí, bajo esa estética evocadora, se esconde un arsenal técnico que nada tiene de nostálgico.

El bastidor es un híbrido de acero tubular y placas de aluminio, una solución que heredaron de la Brutale 1000 RR, pero con unos ajustes específicos para el nuevo carenado y posición racing. El motor es un cuatro cilindros en línea de 998 cc, desarrolla una potencia de 210 CV a 13.000 rpm, propia de una Superbike.

MV Agusta Superveloce 1000 Ago (1)

Tecnología de otro planeta

Si hay algo que define a la Superveloce AGO 1000 es el contraste entre su imagen retro y su ingeniería de vanguardia. Detrás de ese tono vintage, hay una orgía tecnológica sin concesiones. Lo primero que llama la atención es su paquete electrónico, que se ha desarrollado con Eldor, y viene con una IMU de seis ejes, control de tracción, anti-wheelie, cambio bidireccional… vamos, un completo.

El sistema de suspensión es puro placer mecánico: horquilla Öhlins NIX EC y amortiguador TTX EC, semiactivos y ajustables. Esto permite que la moto se adapte a un uso en carretera como a circuito. En cuanto a los frenos, viene con unas pinzas Brembo Stylema R, discos de 320 mm y bomba radial. Con una mordida extraordinaria, se le tiene que sumar un ABS en curva que hará que tenga sel control sobre la moto.

En cuanto a su instrumentación, tiene una pantalla TFT de 5 pulgadas con conectividad total, navegación, telemetría y modos personalizables. Algo que parece de ciencia ficción y más en una moto que está sacada de los años 60.

Personalidad y mucha conducción

Es una moto que parece que vayas sobre un cohete de dos ruedas. A baja velocidad es exigente, con una postura agresiva, un radio de giro limitado y una respuesta nerviosa del acelerador. Esto cambia en el momento en el que le das gas, entras en carretera de curvas y el resto es dejarse llevar. Es una moto precisa, estable y rabiosa que convierte el momento de disfrute en una nueva experiencia.

El chasis da mucha información al piloto, y eso se agradece. Las suspensiones trabajan con sutileza, absorbiendo baches y manteniendo la moto firme. El motor tiene un rango medio poderoso y un gran estallido en cifras altas. Es una moto de sensaciones y evidentemente no es para todo el mundo.

Es una moto que no busca justificar su existencia en número de ventas. Es una celebración del exceso y de la velocidad como arte. Han jugado en la liga de marcas razonables. Sus motos son siempre emocionales y no prácticas. No es una simple edición limitada, es un monumento a la pasión por las motos, una carta de amor por Agostini.

 

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Alejandro Delgado

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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