Como decíamos en la anterior entrega de esta serie sobre la Bultaco TSS 360 24 Horas, su estreno en las 24 Horas de Montjuïc de 1968 había despertado unas ilusiones magníficas. Y es que, no en vano, sólo la rotura de su cigüeñal a unas escasas de horas de finalizar la carrera pudo impedir su victoria en la misma. Es más, protagonizó dos remontadas trepidantes tras sendos problemas y, además, rodó en cabeza con varias vueltas de ventaja sobre motocicletas foráneas mucho más prestacionales.
Así las cosas, no cabía duda alguna sobre el excelente diseño puesto sobre la pista por Francisco Xavier Bultó; ni tampoco sobre las posibilidades reales de hacerse con la prueba durante la temporada siguiente. En fin, gracias a la suma del bastidor de la TSS 350 con el motor de la Off-Road El Bandido -no sólo muy fiable, sino también provisto de unos bajos perfectos para su desempeño sobre el trazado de la montaña barcelonesa- la nueva creación de Bultaco era, en palabras del propio Salvador Cañellas, “lo máximo que había entonces en dos tiempos”. Sin duda, una máquina a la altura de la marca autora de la Metralla MK2.
De todos modos, el fantasma de la rotura del cigüeñal seguía apareciendo como un problema de difícil solución. De hecho, mientras la Bultaco TSS 360 24 Horas participaba en las 12 Horas del Jarama de 1969 tuvo que abandonar, precisamente, por la quiebra del mismo. Con todo ello, de cara a las 24 Horas de Montjuïc la casa catalana decidió asegurar todo lo posible la duración de esta pieza incorporando un amortiguador de vibraciones en el cigüeñal.
A pesar del abandono con el cual se resolvió su estreno en las 24 Horas de Montjuïc de 1968, su potencial había quedado tan claro que Bultaco partía como favorita para muchos de cara a la edición del año siguiente
Y sí, aquello funcionó haciendo de la Bultaco no sólo una máquina realmente veloz en un circuito como el de Montjuïc -donde la ligereza y la respuesta a bajas vueltas primaba sobre la pura entrega de potencia- sino también absolutamente fiable. Además, en los talleres de Sant Adrià habían aprovechado el tiempo ensamblando dos unidades más, por lo que en la parrilla de salida de las 24 Horas de Montjuïc de 1969 se alinearon un total de tres TSS 360 24 Horas.
La primera pilotada por la dupla Rocamora-Cañellas, mientras que de la segunda se ocupaban Iglesias y Regàs mientras que la tercera iba para la pareja formada por Goosen y Kinsella. Respectivamente, marcadas con los dorsales 28, 29 y 30. Con todo ello, y tras unos entrenamientos en los que todo pintó muy bien -cosa ésta que no asegura nada por sí misma puesto que en 1968 también dieron resultados esperanzadores- las Bultaco se lanzaron a correr en pos de la que habría de ser su primera victoria en la cita barcelonesa.
Aquella victoria se hizo batiendo el propio récord de vueltas para la prueba; una actuación sensacional con la que la dupla formada por Cañellas y Rocamora consiguió inscribir su nombre entre las mejoras páginas del Circuito de Montjuïc
De hecho, la TSS 360 24 Horas con dorsal 28 se puso en cabeza tras dos horas de carrera para no abandonar la posición hasta el final. Un primer puesto conseguido de una manera limpia, eficaz y aplastante batiendo además el récord de vueltas al circuito para establecerlo así en 684. Además, aunque una de las otras dos unidades tuvo que abandonar, la otra -pilotada por Goosen y Kinsella, patrocinados por el distribuidor de Bultaco en Irlanda- logró acabar aún habiendo presentado problemas en la carburación.
En suma, al fin Bultaco había ganado la prueba salvando su prestigio frente a las competidoras locales OSSA y Montesa y, además, lo había hecho con una máquina realmente excepcional a la cual aún se habría de sacar mucha más vida útil en competición. Tras esta primera victoria en las 24 Horas de Montjuïc la historia de la Bultaco TSS 360 24 Horas no había hecho más que comenzar.
P.D Las imágenes no se corresponden con la edición del año tratado.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS