Como buen motero seguro que alguna vez te has preguntado cual fue la primera moto de producción de la historia. Pues no busques más, porque es nuestra moto del día: la Hildebrand & Wolfmüller creada en Munich en 1894, por los hermanos Heinrich y Wilhelm Hidebrand, junto a Alois Wolfmüller.
Los hermanos Hidebrand eran ingenieros que habían trabajado con máquinas de vapor, y un buen día se les ocurrió que sería buena idea producir una bicicleta con motor, para crear un nuevo vehículo versátil y barato. Pero incluir un motor de vapor en algo tan pequeño no tenía ningún sentido, así que se aliaron con Alois Wolfmüller, experto en motores de combustión interna. Tras algunos años diseñando el invento, lo patentaron el 20 de enero de 1894 y formaron una empresa que realizaría su fabricación en serie. Había nacido la primera fábrica de motocicletas del planeta.
El aparato era bastante rudimentario. Su motor era un dos cilindros de cuatro tiempos que producía 2,5 CV a 240 rpm, un rango de revoluciones muy, muy bajo. Su peso era de 110 kg y lograba alcanzar los 45 km/h, toda una proeza en aquella época. Si algo tenía bueno esta primera moto, era que su centro de gravedad era muy bajo, pues el motor se colocaba plano en la parte inferior, paralelo al suelo. ¿Por qué los fabricantes actuales no hacen lo mismo? Lo que parece el faro delantero, era la toma de aire para la llama que producía la ignición, y lo que parece el guardabarros trasero, era un depósito de agua para refrigerar el motor. El depósito de combustible está inclinado, y disponía de un carburador de superficie, que hacía la mezcla aire-combustible.
Hasta 1919, momento en el que cerró la fábrica, se habían producido cerca de 2.000 motocicletas, y actualmente quedan unas pocas en algunos museos. Una moto muy rudimentaria, pero que siempre tendrá su página en la historia. Sirva el artículo de hoy como nuestro pequeño homenaje a la creadora de esas máquinas de dos ruedas tan maravillosas que tanto nos gustan.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS