Pongámonos en situación. Nos encontramos en el universo de Mad Max, un mundo posapocalíptico donde los combustibles fósiles escasean y son un bien muy preciado. Necesitamos un vehículo para movernos ante las incesantes bandas que intentan agenciarse de forma políticamente dudosa todos los recursos posibles sin importar quién se interponga en su camino.
Es en esa situación donde entra en escena el vehículo más apropiado para la ocasión -en aspecto seguro-, la StrangeWorld. Esta moto fue creada hace tres años por un estudiante de diseño industrial de la Universidad RMIT en Australia fruto del premio James Dyson y, lo mejor de ella, es que funciona gracias a la energía del sol y del viento. ¡No necesitaremos la gasolina! Eso sí, será un vehículo muy goloso por los amigos de lo ajeno en un planeta reinado por la anarquía pura y dura.
La carta de presentación comienza definiendo la StrangeWorld como “una motocicleta diseñada para un clima australiano de 2050”
“Estaba probando una motocicleta alquilada a través de Glencoe en las Tierras Altas de Escocia a finales de 2013”, explicó el creador del proyecto Alistair McInnes. “En medio de Glencoe me detuve y pensé que, en unos años, no habría forma de que yo o los demás disfrutáramos de un paseo recreativo como este, así que imaginé un diseño de motocicleta que permitiera a las personas viajar por placer, cuando el combustible ya no fuese una opción.” Y es que 2050 será el momento en el que su creador calcula que los combustibles fósiles escasearán seriamente en el mundo, haciéndose imprescindible buscar energías alternativas.
La máquina, cuyo nombre está inspirada en la comedia satírica “Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb” (o “Teléfono rojo, volamos hacia Moscú”), ha sido diseñada específicamente para el entorno australiano del futuro, donde dos de los principales problemas de la isla son su increíble superficie y la enorme dependencia variable de la energía renovable. La StrangeWorld se muestra como una solución efectiva a los largos recorridos sin tener que llegar a usar ni una sola gota de combustible fósil gracias a su sistema de propulsión híbrido de energía eólica y solar, y una batería.
Para desplegar la plataforma de carga solar se utiliza un mecanismo muy similar al de una tienda de campaña y puede ser usado mientras el conductor está haciendo una parada. El sistema de carga de energía eólica se compone de una turbina de viento plegable que está ubicada en un compartimento del marco central de la motocicleta. La energía obtenida tanto a través de los paneles solares como mediante la turbina eólica se almacena en una batería que se encuentra dentro del chasis de la moto. Con toda la electricidad generada, la StrangeWorld puede ser autosuficiente, dando igual tanto si el cielo está nublado como si no hay viento.
La susodicha, según Mclnnes, fue diseñada en ocho semanas y construida en otras seis más por alrededor de 7.000 dólares australianos, casi 4.500 euros al cambio. El prototipo todavía se encuentra en desarrollo y McInnes espera mejorar su rendimiento en el futuro para poder llegar a recorrer unos 500 kilómetros a carga completa. De momento, hay que conformarse con un máximo de 80 km/h durante 15 minutos.
A pesar de que su creador no tiene intención de que se comercialice por el momento, ha confesado que está abierto a la idea de que la StrangeWorld pueda hacer una aparición en la próxima película de Mad Max. “Iba por una iconografía chopper muy específica, y se ve muy Mad Max“, dijo. “Si George Miller quisiera usarla, me haría bastante feliz.”
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS