La FGR Midalu V6 no vio la luz hasta 2011, pero su desarrollo comenzó en 2004. Esta streetbike de origen checo está impulsada por soberbio propulsor de seis cilindros en uve capaz de generar 240 CV de potencia. Todo ello se embute en conjunto, donde la propia ingeniería que se necesita para su creación condiciona es aspecto visual. E impone.
Hasta el momento, tan solo una compañía de motocicletas proveniente de la República Checa ha competido durante una temporada completa en los Campeonatos del Mundo de motociclismo. Esa valiente empresa es FGR, un equipo que comenzó en los GP de 125 cm3 y debutó en Moto3 en 2012. Para la creación de la Midalu V6, FGR contó desde 2005 con el apoyo del Ministerio de Industria checo una vez estuviese listo el propulsor.
Para diseñar y construir el motor, se convocó un concurso para escoger de entre 45 candidatos
El desarrollo del bloque corrió a cargo de Miroslav Felgr y Oldrich Kreuz, que se encargaron de preparar el motor, y de Stanislav Hanuš, ganador del concurso y responsable de diseño de la FGR. El resultado es una motocicleta de fabricación 100 % local y artesanal que rebosa estilo con su brutal estética naked. La FGR Midalu V6 se hace por encargo, y el precio a pagar por esta máquina arranca en 120.000 euros.
El chasis multitubular acoge bajo el asiento del piloto el depósito de combustible, para centrar las masas y bajar el centro de gravedad. En el interior de este se halla el corazón, un V6 a 90 grados de 2.442 cm3. Pesa 107 kilos y es capaz de entregar 200 Nm de par motor y 240 CV de potencia de forma civilizada. El régimen máximo de giro se ha establecido en 8.500 RPM. No está hecha para correr en circuitos, pero apretar el acelerador al unísono que el sonido que emanan las seis salidas de escape se incrementa debe poner los pelos de punta.
Ayudado por un sistema de inyección Bosch, la FGR Midalu V6 consigue un consumo razonable, de 5 a 6 litros cada 100 kilómetros
Con una masa en seco de 262 kilos, es apenas 25 kilos más pesada que una Kawasaki N2. La parte de ciclo queda completada por elementos de primer nivel, como una suspensión completamente ajustable firmada por Öhlins y unos gigantescos discos de freno perforados cortesía de Brembo. Continuando con materiales de alta calidad, el basculante de aluminio con los nervios a la vista está hecho de aluminio mecanizado y numerosas piezas de fibra de carbono cubren la carrocería.
El cortísimo colín, el neumático de 200 mm de sección o la cúpula que rodea al faro son un claro guiño al disfrute individual de tiempos pasados. Al ser una moto diseñada bajo las demandas de los clientes, se pueden fabrican con un amplio abanico de accesorios y ajustar las cotas a las medidas y gustos del conductor. Bajo estas líneas, un vídeo promocional de la marca en su actualización de 2017.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS