“Honda nunca construirá una moto de dos tiempos”. Eso fue lo que dijo Soichiro Honda a finales de la década de los 60. Y lo decía en serio. Soichiro Honda no era buen perdedor. Allá donde iban sus motos, triunfaban, ya fuesen sobre la pista o en ventas. La compañía llevaba años con sus diseños de cuatro tiempos y le estaba yendo bastante bien. Sin embargo, en 1974 llegaron dos motos que cambiarían dicha postura, la Honda CR 250 M y CR 125 M.
Esta última fue un completo éxito, jamás se había vendido en números tan elevados una moto de cross. Pero la Honda CR 250 M llegó antes, y por eso es la que abordamos en la moto del día de hoy. Y es que Honda ya llegaba tarde a la fiesta del motocross. En 1967, Suzuki ya tenía una moto en este segmento, y Yamaha haría lo propio poco después. El único intento oficial de Honda fue una 125 cm3 de cuatro tiempos en 1969, que resultó ser decepcionante.
El proyecto “no oficial” de construir una moto de dos tiempos y 250 cm3 compitió por primera vez el 22 de agosto de 1971. No llegó a finalizar la carrera, pero había captado la atención de la prensa japonesa y Soichiro Honda se vio obligado a dar el visto bueno. Todo el personal de ingeniería de la empresa se volcó con el proyecto. En marzo de 1972 la Honda CR 250 M hizo su debut. Resultó ser un buen producto y se dio luz verde a la producción.
Quedando inmortalizada en la película “On Any Sunday” (1971), fueron bautizadas con el apellido Elsinore por el Gran Premio de Elsinore en California. El piloto norteamericano Gary Jones logró el título del Campeonato Nacional de Motocross AMA 250 de 1973. Donde casi ninguna moto del fabricante de Tokio había estado en las puertas de entrada de las carreras de motocross, a partir de 1973 estaba repletas de este modelo.
Por primera vez en su desarrollo de motocicletas todoterreno, Honda no adaptó una ya existente para competir. Se desarrolló desde una hoja en blanco
Cada pieza que conformaba la Honda CR 250 M Elsinore fue un nuevo diseño de Honda, haciendo especial hincapié en el ahorro de peso. El depósito de combustible era de aluminio desnudo, con una delgada línea central decorativa y el tapón de repostaje, al igual que el resto de la escasa carrocería. Algunos componentes del motor fueron fabricados en magnesio, las llantas se hicieron de aleación (no era común todavía) sin bridas y las defensas de plástico.
Siguiendo con las medidas normales de aquella época, se montaron ruedas de 21 y 18 pulgadas en el eje anterior y posterior, respectivamente, con pequeños frenos de tambor. El motor de 247,8 cm3 era casi cuadrado (70 x 64,4 mm). Era capaz de erogar más de 20 CV de potencia, suficientes para mover con agilidad los 97 kilos de masa declarados en seco. Podía alcanzar los 120 km/h de velocidad punta, motivada por una caja de cambios de cinco velocidades.
Irónicamente, las motocicletas de motocross que se venden actualmente son de cuatro tiempos debido principalmente a estrictas normas de emisiones. El motor de dos tiempos ha quedado relegado a máquinas de enduro, trial o motos de cross casuales. Soichiro Honda no quería una máquina de dos tiempos en su idílico mundo de la competición, pero lo hizo, y lo hizo muy bien.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS