Nos podríamos pasar horas alucinando con modelos desconocidos que Honda ha ido lanzando a lo largo de los años, sobre todo aquellos de pequeña cilindrada que únicamente se vendieron en Japón. Un buen ejemplo es la Honda CT 50 MOTRA. He de reconocerlo, cada vez que veo alguna imagen de ella no puedo dejar de sonreír ligeramente porque me transmite buenas vibraciones (y no en sentido literal). Que no te deje engañar su tamaño o su motor, porque ahí donde la ves era una moto de lo más capaz.
¿Por qué Honda CT 50 MOTRA? Pues porque el nombre hacía referencia claramente al modelo en cuestión. O al menos estaba claro para ellos, porque si no nos lo explican, realmente no lo tendríamos tan claro. El significado de CT ya lo conocemos, pues os lo explicamos no hace demasiado, cuando hablamos de la Honda CT 125. CT significa Cub Trail, es decir, que se trata de un modelo derivado de la Honda Cub pero en este caso con orientación off road.
50 es la cilindrada del motor (realmente 49 cc) y MOTRA es un acrónimo derivado del las palabras Motorcycle-Truck. Bueno, no directamente porque si no sería MOTRU pero Honda escogió el vocablo japonés de “Truck” que es “Torakku” y de esta forma compuso la palabra MOTorcycle-ToRAkku. Un poco enrevesado, es cierto, pero realmente se trataba de una moto-camioneta por su capacidad de carga y la posibilidad de circular por casi cualquier terreno.
La Honda CT 50 MOTRA solamente estuvo disponible entre 1982 y 1983. Destacaba la ausencia de prácticamente cualquier elemento superfluo, por lo que no había espacio para piezas que no resultasen útiles y al mismo tiempo resistentes. El chasis tubular estaba a la vista (como en la Honda Zoomer/Ruckus posterior) y a él se anclaba el motor de 49 cc y cuatro tiempos de la Cub que era capaz de rendir 4,5 CV a 7.500 vueltas y 4,5 Nm a 5.500 RPM. No eran cifras espectaculares, pero para una moto que pesaba 76 kg eran suficientes para moverla con soltura aunque estuviese cargada hasta los topes.
Porque precisamente una de sus bazas era la posibilidad de llevarse media casa a cuestas. Las ruedas de pequeño diámetro con neumáticos de tacos de gran balón (medidas 5.40-10), unas suspensiones firmes y sendas parrillas portaobjetos situadas delante del manillar y detrás del asiento permitían auténticas locuras. Los frenos eran de tambor en ambos ejes.
Pero no quedaba aquí la cosa, porque la Honda CT 50 MOTRA montaba una ingeniosa caja de cambios de tres velocidades denominada “3×2”, porque incluía reductora. Así que podías seleccionar tres marchas normales u otras tres mas cortas para cuando el terreno era muy agreste. De esta forma podía ascender por pendientes de hasta 23º, que traducido para que nos entendamos, equivale a una pendiente de más del 42 %. La carretera más empinada del mundo es Ffordd Pen Lleche (situada en Gwynedd, Gales) y su pendiente es menor, 37,45 % (unos 20º).
Si no tenías prisa, el consumo no era un problema (1 l/100 a 30 km/h) con lo que superabas los 400 km de autonomía a pesar de que el depósito tenía una capacidad de 4,5 litros. Sin duda, una pequeña gran moto.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS