Durante el Salón de Tokio de 2007 Yamaha quiso tirar de historia y desveló un prototipo que podría haber llegado fácilmente a las calles. Se trataba de la Yamaha XS-V1 Sakura, un modelo de aspecto clásico y soluciones modernas que rendía homenaje nada menos que a la Yamaha XS-1 de 1970, la primera moto de cuatro tiempos del fabricante japonés.
Esta Yamaha XS-1, lanzada hace ya 50 años, es también conocida como XS 650. Fue, como dijimos, el primer modelo de los de Iwata en utilizar una mecánica de cuatro tiempos, fruto de un motor de dos cilindros con calado a 360º (ambos pistones suben y bajan al mismo tiempo). Pero como esta moto tiene historia, la dejaremos aquí y hablaremos de ella en otra ocasión.
Volviendo al caso que nos ocupa, la Yamaha XS-V1 Sakura, nos preguntamos el motivo por el que nunca se convirtió en realidad. Lo cierto es que, a excepción de cuatro detalles, toda ella parecía poder fabricarse en grandes series. Incluso ya tenían el motor, que podría haber sido compartido con la Yamaha XVS 1100 Drag Star (bicilíndrico en V, 1.063 cc y 62 CV). O de haber esperado un poco para su lanzamiento, compartir propulsor con el de la Yamaha XVS 950A Midnight Star lanzado solamente dos años después, en 2009 (también bicilíndrico, 942 cc con refrigeración por aire y 54 CV).
En el momento de su presentación, Yamaha enfatizó el hecho de que se había intentado trasplantar al ADN de la XS-V1 características propias de la XS-1, tales como la simplicidad o la belleza funcional. Este modelo neo retro apostó por una visión muy japonesa, y además con acabados Premium.
Todo el peso visual recae en el motor, cuyos aletines de refrigeración están acabados en color bronce. El resto de la moto es simple y minimalista, con un depósito de combustible de reducidas dimensiones y alargado que da paso a un asiento plano y que termina en un colín estilo café racer.
La parte de ciclo también es sencilla, con una horquilla telescópica y doble amortiguador trasero, algo que debería estar siempre presente en una moto con este enfoque. Un escape muy clásico, con una doble salida (una por cada lado) y, por último, un doble disco de freno delantero que quizás era el elemento menos integrado en el diseño del prototipo de la Yamaha XS-V1 Sakura. Todo lo contrario del faro que, pese a la modernidad de su diseño (dotada de una carcasa transparente), era simplemente perfecto.
La instrumentación también merece una mención aparte pues, dotada de una única esfera, estaba dividida en dos con el fin de mostrar la distinta información necesaria. Una lástima que, finalmente, Yamaha no quisiese seguir adelante con el prototipo, aunque el final de la década pasada no fue la mejor para intentar experimentar con nuevos segmentos cuya venta no estaba asegurada.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS