Moto del día: AJR TSS 350

Moto del día: AJR TSS 350

Pulcritud al detalle en una Replic-Racer muy especial


Tiempo de lectura: 6 min.

Conducir tu clásica favorita, pero construida con componentes de mayor calidad y actualizados. Eso es lo que pensaron los fundadores de AJR -Armando Molí y Javier Pérez de Vega- cuando se decidieron a crear réplicas como la AJR TSS 350, una “Replic Racer” creada desde la más profunda pasión y amor al mundo de las dos ruedas.

Una moto para sentirte como uno de los pilotos que copaban las parrillas de salida con las Bultaco TSS originales -en cilindradas de 125 a 350 cc- en la década de los 60. Tendrías la total tranquilidad de que si la pifiabas, podrías disponer de recambios para repararla.

La historia de la marca se remonta a 1992, cuando sus dos propietarios coleccionistas de motocicletas, en especial de Bultaco, y muy implicados dentro del sector automotriz. Sobre todo hablando de Javier Pérez de Vega, que por aquel entonces era el propietario de la empresa especializada en frenos AJP. Ambos dieron el paso de fundar AJR- Armando Javier Réplica-.

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El objetivo era claro: volver a fabricar una TSS en serie, pero mejorando todos aquellos aspectos que pecaron de falta de fiabilidad en las Bultaco de la época, aunque siempre manteniendo la originalidad del modelo. Dos años más tarde, AJR ya tenía preparados los primeros prototipos de la renovada TSS 350, después de haber desarmado una Bultaco TSS 350 original, propiedad de Armando, y haber copiado hasta el último tornillo.

Se concluyó gracias a la ayuda inestimable de Freddy San Juan, mecánico dentro de los GP de la época de la mano de Ossa, aunque no es hasta 1997 cuando se logran entregar las primeras unidades de aquella máquina de competir. Un año más tarde Pérez de Vega decide abandonar el proyecto principalmente por problemas de salud, quedando al frente de la empresa Armando Molí, que logra para 1998 entregar un total de 50 unidades a sus nuevos propietarios.

La AJR TSS 350 representa el sueño de muchos aficionados a las clásicas de competición, disponiendo de una réplica al milímetro de las originales Bultaco de la época

La motocicleta en cuestión a nivel técnico debía mantener los cánones que habían llevado a las TSS de Bultaco a lo más alto, entre 1960 y 1969, por ello se opta por mantener totalmente la arquitectura técnica del nuevo propulsor. Es decir, un monocilíndrico de dos tiempos refrigerado por aire.

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Con 348 cc la AJR TSS 350 era capaz de rendir una potencia máxima de 53 CV a 8.000 RPM. Eso, unido a un peso por debajo de los 100 kilogramos y una caja de cambios de cinco relaciones -reforzada y manteniendo la misma relación entre marchas-, daban como resultado una velocidad máxima de 240 km/h.

Otros datos que revelaban la exactitud con la que se había realizado esta réplica era por ejemplo la alimentación, dada en este caso mediante un carburador Amal de 38 mm, o su sistema de arranque mediante empujón, recordándonos de que tipo de motocicleta se trataba y para qué estaba fabricada. Por otro lado se reforzaban partes claves del motor, como biela o cigüeñal, que antaño dieron más de un disgusto a los propietarios de las TSS 350 originales.

Esta fiesta continuaba en la parte ciclo, gracias a su chasis de doble cuna fabricado en sección tubular de acero soldado a mano por medio de la técnica TIG. Las suspensiones las firmaba Betor, con una horquilla telehidraúlica en el frontal conformada por barras de 35 mm y un doble amortiguador lateral en la zaga.

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AJR TSS 350 del Bultaco Classic Team Romeromotos

Y si hablamos de originalidad -y llevada esta al extremo-, es en su frenada donde más se evidencia la pulcritud al detalle en esta réplica. Un doble tambor de 210 mm, elaborados por Fontana y equipados con zapatas Galfer, eran los encargados de detener a la TSS 350 de AJR al final de cada recta dentro de la pista. Por último, unas llantas radiales Akront de 18 pulgadas calzadas con neumáticos en medidas 90/90 delante y 110/80 detrás, ponían la guinda del pastel en el plano dinámico.

Estéticamente, y como no podia ser de otra forma, la réplica de AJR tomaba todos y cada uno de los trazos de las TSS originales, gracias una carrocería fabricada en su totalidad en fibra de vidrio, aunque inicialmente se planteó el emplear fibra de carbono, idea que se desechó finalmente por temas económicos y también de homologación a la hora de competir, ya que su peso quedaría por debajo del límite máximo permitido dentro de su categoría.

Otros detalles como un cuentavueltas Krober, guardabarros delantero cromado, manetas Amal o su pequeña pantalla “cosida” al carenado frontal, te ponían en perspectiva del trabajo que había detrás de aquella obra de arte.

Uno de los aspectos más importantes al crear esta replica de TSS 350 era el de mantener la originalidad en su conjunto y prueba de ello es su frenada a base de tambores en ambos ejes

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Durante los siguientes años tras su nacimiento, la leyenda de la AJR TSS 350 empieza a engrandecerse gracias a logros como conseguir la victoria en el TT de la Isla De Man, dentro de su categoría, o alzarse con la victoria en la prestigiosa carrera del centenario de Assen, a manos de pilotos como Salvador Cañellas o el mítico Min Grau.

También el emblemático Alan Cathcart se rendía a los encantos de AJR TSS 350 cuando tuvo la oportunidad en 1999 de ponerse a sus mandos durante unas vueltas en el circuito de Calafat, con la consiguiente repercusión en EEUU y el resto de Europa, donde se recibían hasta un total de 35 encargos posteriormente.

Para 2017 y coincidiendo con el 25 aniversario de la marca, Armando Molí vendía la empresa a Vicente Ballester, propietario de Blumaq S.A., una empresa productora de componentes mecánicos para maquinaria, en especial de obras públicas y movimiento de tierras.

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Mike van Aken a lomos de una AJR TSS 350

Ballester, amante de Bultaco y coleccionista de motocicletas de la marca, se comprometió a seguir con la valiosa labor de Molí al frente de AJR, no solo construyendo unidades de la réplica, sino también dando servicio técnico a los nuevos y antiguos propietarios, además de volver a fabricar stock de piezas para las Bultaco TSS originales.

Dentro de su página web puedes acceder entre otros al configurador de la AJR TSS 350, donde podrás elegir desde el color, pasando por el tipo de carburador -ahora Mikuni-, suspensión delantera o material para la fabricación de la carrocería, fibra de vidrio o carbono.

En cualquiera de los casos, y sea cual sea la elección de los opcionales, estarás adquiriendo una obra de arte que, gracias a empresas como AJR, mantiene viva la esperanza de los que somos amantes de las motocicletas pertenecientes al siglo pasado, pero sobretodo garantiza la continuidad de estas.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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Muy buen artículo, gran historia


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