El mercado japonés quizás sea uno de los más especiales a nivel mundial dentro del segmento de las dos ruedas, ya que continuamente se crean modelos nuevos de pequeña y media cilindrada que solo se terminan comercializando en él. Prueba de ello es nuestra Moto del día, la Yamaha Bronco (ST225), una scrambler muy especial con la que la marca nipona intentaba recrear a otro modelo de la marca aparecido tres décadas antes, la Yamaha DT-1 de 1968.
Así que, para no partir desde cero en la creación de este peculiar modelo, optaron por emplear tanto el propulsor y bastidor de una de las trail de la casa, en este caso la Yamaha Serow (XT225). A continuación darían forma al resto de componentes con los que recrear una imagen muy similar a la trail de los 60 de la marca. Tanto depósito de combustible como guardabarros o cuadro de instrumentos serían de nueva factura, empleando en la mayor parte de su fabricación, materiales metálicos y en determinadas zonas terminaciones cromadas.
La Yamaha Bronco (ST225) se ideó basándose en el diseño de la DT-1 de 1968 de la marca japonesa, empleando como base para esta creación a la Serow (XT225) de la casa
El propulsor heredado de la XT225 era un monocilíndrico cuatro tiempos de 223 cc refrigerado por aire. Las cotas internas se fijarían en 70×58 mm, mientras que la compresión sometida sería del orden de los 9,5:1. La alimentación estaría a cargo un carburador Mikuni BST34 y la caja de cambios asociada dispondría de seis relaciones. Los datos finales de potencia y prestaciones declarados por Yamaha serian de 20 CV a 8.000 RPM y un par máximo de 18,6 Nm a 7.000 RPM, logrando alcanzar una velocidad máxima en torno a los 120 km/h.
En la parte ciclo se volvería a recurrir a la Yamaha Serow 225, en este caso adoptando su bastidor de tipo doble cuna de acero. En el plano de las suspensiones serían una horquilla telescópica en el frontal y un monoamortiguador anclado al basculante en la parte posterior los elegidos para tal fin.
Todo quedaría completado con un equipo de frenado compuesto por un disco de 220 mm y pinza de doble pistón en el eje delantero, junto a un tambor de 110 mm de diámetro instalado en la rueda trasera, y a su vez anclado en sendas llantas multiradio de 19 y 18 pulgadas.
Si hablamos de cotas y medidas de la ST 225 a modo general, podemos observar unas distancias de 2.030 mm de largo, 800 mm de ancho y 1.140 mm de alto, mientras que la distancia entre ejes sería de 1.320 mm y la altura libre al suelo desde el sillín del piloto de 795 mm. El peso máximo declarado en vacío estaría en el orden de los 108 kilogramos, llegando hasta la barrera de los 130 kilogramos con el depósito de combustible de 8,3 litros de capacidad lleno y el resto de líquidos necesarios para el funcionamiento de esta.
Con una imagen sesentera, La Yamaha Bronco (ST225) estaría equipada con todo lo necesario para un uso ciudadano y alguna escapada por pistas forestales no muy escarpadas
En el apartado del equipamiento y la calidad de acabados, esta scrambler noventera buscaría ante todo sencillez y facilidad de uso, por lo que denotaría más bien una imagen espartana, con lo justo y necesario para poder disfrutar de su conducción. Un cuadro de instrumentos compuesto por un velocímetro con doble totalizador del kilometraje, junto a un grupo de testigos luminosos y bombín de contacto bajo ellos, sería el encargado de enviarnos la información necesaria durante nuestros trayectos.
Por otro lado, también dispondríamos de fuelles protectores de horquilla o una chapa bajo el cárter a modo de protección en esta zona. A un precio en 1997 de 399.000 yenes, unos 3.065 euros, la Yamaha Bronco (ST225) tan solo se mantuvo en venta durante esa misma temporada y en dos tonalidades diferentes únicamente, plata o amarillo, por lo que es difícil encontrar alguna unidad en el mercado de ocasión.
Aun así, en Japón a veces salen unidades a la venta con precios generalmente por encima de los 3.000 euros, unos 320.000 yenes, por lo que para poder hacerte con una de estas deberías de importarla desde allí y después esperar a que cumpla 30 años (2027) para poder matricularla como clásica, tal y como está actualmente la legislación en esta materia dentro de nuestro país.
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS