Desde sus inicios, Moto Guzzi siempre fue de hacer las cosas de forma diferente al resto. A lo largo de su historia encontramos motos míticas, y no solo la archiconocida Moto Guzzi V8. De hecho la “Otto” surgió gracias a un anterior proyecto, que no salió como esperaba, y en el que la firma de Mandello del Lario había desarrollado por segunda vez, un motor de cuatro cilindros. La Moto Guzzi 500 Four no cosechó éxitos en competición, pero de nuevo puso sobre la mesa el hecho de que los italianos no querían hacer lo mismo que sus competidores sino explorar nuevos caminos.
A principios de los años 50, Moto Guzzi necesitaba para seguir delante en las carreras algo más que su ya vetusto bicilíndrico. Por ello encargó a Carlo Gianini un nuevo modelo de competición. Él ya había sido el responsable del motor OPRA, que más tarde se instalaría en la Gilera Rondine 500/4 sobrealimentada, y de nuevo volvió a confiar en un motor de cuatro cilindros y ubicado en posición longitudinal.
Lo cierto es que esta disposición llevaba muchos años en desuso, pues para esas cilindradas se confiaba o bien en mecánicas de menos cilindros, o bien colocados de forma transversal para que la moto fuese más compacta. Cubicaba 492,6 cc (56×50 mm), y contaba con un novedoso sistema de inyección de combustible mecánico/neumático, lo que hacía que prescindiese de los tradicionales carburadores.
La potencia de la Moto Guzzi 500 Four era de aproximadamente 56 CV a 9.800 RPM, siendo capaz de superar los 230 km/h de velocidad punta, aunque este dato difiere en función del tipo de carenado que montara (semi o tipo dustbin). La caja de cambios era de cuatro velocidades, con una transmisión final por cardán aprovechando la posición del cigüeñal.
Se desarrolló un nuevo chasis tubular de tipo abierto, incorporando la misma horquilla que venían utilizando hasta ahora y un sistema de doble amortiguación en la parte trasera, con la particularidad de que uno de los amortiguadores estaba directamente unido a la envolvente del propio cardán. El freno de tambor central de cuatro zapatas delante. El peso total se situaba en los 145 kg, y como detalle prescindía de los tipos escapes tipo megáfono, estando las cuatro salidas situadas bajo el pie izquierdo.
La Moto Guzzi 500 Four fue mostrada por primera vez en el Gran Premio de Italia de 1952, carrera que cerraba la temporada. Debutó al año siguiente, en Siracusa, pero tuvo que retirarse por problemas mecánicos. A medida que se sucedieron las carreras, se fueron dando cuenta de los problemas que adolecía esta moto: un centro de gravedad demasiado alto, una caja de cambios complicada de accionar y una complejidad mecánica demasiado elevada, que la hacía propensa a abandonos. Es por ello que de cara a 1954, el sistema de inyección de combustible se sustituyó por los más fiables y probados carburadores.
Pero no todo eran malas noticias, la 500 Four también tenía puntos positivos y estos salían a relucir en los circuitos más rápidos. Precisamente en dos de ellos fue donde cosecharía sus únicas victorias, aunque serían en carreras que no eran puntuables para el mundial de velocidad. La primera llegó en Hockenheim y la segunda, en Mettet (Bélgica). También dejó muestras de su impronta en Monza, el templo de la velocidad italiano.
Pero vistos los problemas en los circuitos revirados, la Moto Guzzi 500 Four fue retirada tras el final de la temporada de 1954, siendo sustituida por la ocho cilindros que dejó a todo el mundo con la boca abierta.
Fotos: Phil Aynsley
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS