Moto del día: Harley-Davidson Hillclimber 1928

Moto del día: Harley-Davidson Hillclimber 1928

Esta moto escaladora fue una de las monturas preferidas por el mítico Joe Petrali tras ser contratado por Harley en 1929


Tiempo de lectura: 4 min.

Entre los aficionados a la primera época del motociclismo de competición resulta moneda común el nombre de Joe Petrali. El piloto norteamericano nacido en 1.904 justo un año después de la fundación de la marca a la cual está más unida su trayectoria: Harley-Davidson. De hecho, una simple búsqueda de imágenes nos da como fruto su sempiterna estampa en carreras de ascensión con motocicletas como la Harley-Davidson Hillclimber de 1928. Una imagen agreste y llena de polvo que contrasta con la pulcra aerodinámica de la Knuckhead con la que rodó en 1937 por encima de los 219 km/h.

Otra muestra más de la versatilidad ofrecida por Petrali. El cual sigue siendo uno de los pilotos de competición más importantes de todos los tiempos con 49 victorias en carreras del campeonato nacional de la Asociación Estadounidense de Motociclistas. Un logro no superado hasta 1992, haciendo así del italoamericano un mito que tras su retirada de las pistas reconvirtió sus habilidades a piloto de aviones. Toda una vida dedicada a la velocidad, la cual vivió algunos de sus mejores momentos cuando a partir de 1929 fue contratado por Harley como piloto para carreras de ascensión.

Precisamente las llamadas “Hillclimbing”. Una de las categorías más populares en la América del momento, donde Petrali llegó a dominar las victorias con tal regularidad que aseguró aburrirse de las mismas. Algo que parece inverosímil, aunque uno sí puede creerlo al ver la cara impasible y serena de este profesional escalando lomas a horcajadas sobre su Harley-Davidson Hillclimber. Una motocicleta específicamente creada para este tipo de competición, la cual representa hoy en día uno de los modelos más extraños en la trayectoria de la marca con tan sólo 25 unidades fabricadas.


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Con tan sólo 25 unidades fabricadas, la Harley-Davidson Hillclimber de 1928 es un modelo escaso dentro de la saga de escaladoras creadas por la marca de Wisconsin

Harley-Davidson Hillclimber, otra víctima más del Crack de 1929

Durante la década de los veinte el mundo del motor vivió una época dorada. Aupado en un crecimiento económico a golpe de créditos y especulación, el mercado experimentó una demanda voraz sin igual. Hecho visto en una mayor demanda de vehículos familiares, pero también en la de automóviles de lujo con importantes avances tecnológicos. Además, las carreras tuvieron un momento dulce debido a lo fácil que resultaba conseguir financiación proveniente de patrocinadores. Un contexto siempre favorable para cualquier deporte incluidas las carreras de ascensión.

Categoría ésta en la que abundaron los pilotos aficionados, quienes se fabricaban de forma artesanal motocicletas para escalar colinas uniendo elementos procedentes de diversos modelos. Un mundo de pasión mecánica e ingenio individual donde las marcas entraron con modelos como la Harley-Davidson Hillclimber de 1928. Creada por el departamento de competición de la empresa de Wisconsin, el cual rebajó hasta los 737 cm3 los 999 cm3 de los motores bicilíndricos previamente usados para esta especialidad. Así se iniciaba una ambiciosa bajada de peso, rematada con un chasis llevado a la mínima expresión y un depósito de gasolina reducido.

Así las cosas, la Harley-Davidson Hillclimber de 1928 también recibió un tratamiento especial en las suspensiones delanteras de largo recorrido así como la incorporación de cadenas en la rueda trasera para mejorar la tracción sobre barro. Detalles necesarios para una especialidad deportiva en la que el esforzado manejo del manillar resulta tan esencial como la potencia para poder saltar tramos empinados de todo tipo. Todo un espectáculo que en los Estados Unidos contó con una buena legión de seguidores a los cuales Harley tenía en el punto de mira con este nuevo producto.

Joe Petrali sigue siendo uno de los pilotos de motociclismo más importantes de todos los tiempos. Un mito de la velocidad que tuvo en esta moto una de sus referencias en lo que se refiera a carreras Hillclimbing

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Sin embargo, los hechos producidos en la Bolsa de Nueva York en octubre de 1929 se llevaron estos planes comerciales por delante. Empezaba la Gran Depresión y durante al menos tres años el círculo infernal de falta de liquidez, reducción del consumo, empresas arruinadas y paro dejó las carreras para momentos mejores. Una situación peliaguda en la que Harley-Davidson sólo fabricó 25 de estas Hillclimber vendiéndolas por muy debajo de su precio con tal de darles salida. Eso sí, en 1932 Petrali ganó diversas carreras de ascenso con este modelo. El broche perfecto para una historia cercenada por el Crack de 1929.

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Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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