Desde los años sesenta el predominio de las marcas japonesas en el mundial de motociclismo es indiscutible. Sin embargo, cuando se van repasando las clasificaciones en la categoría del cuarto de litro llama la atención algo que ocurrió entre 1974 y 1976. Las tres victorias consecutivas de Walter Villa a lomos de una Harley-Davidson. ¿Qué hace una marca americana como ésta compitiendo aquí? Al fin y al cabo, sus motocicletas se distinguen por características muy diferentes a la velocidad en circuito. No obstante, todo tiene una explicación si nos vamos al comienzo de esta historia, dentro de la cual encontraremos a la Harley-Davidson RR 500 como una de sus principales protagonistas. Porque sí, también lo intentaron en el mundo del medio litro.
Vayamos al comienzo, concretamente a los años sesenta. Como sabemos, en aquellos momentos las imposiciones arancelarias eran más fuertes que las de ahora, buscando la protección de las industrias nacionales frente a la competencia extranjera. De esta manera, para entrar en el mercado italiano la americana Harley-Davidson tuvo que buscarse a un socio de allí que fabricase bajo licencia sus modelos. Llegados a este punto apareció en el horizonte Aermacchi. Una empresa aeronáutica que, en las dificultades de la posguerra, había llegado a fabricar pequeños motocarros. Además, desde finales de los cincuenta estaba presente en el motociclismo con modelos como la Chimera.
Y tuvo éxito, tanto que se convirtió en la socia italiana de Harley-Davidson, fabricando pequeñas motocicletas con diseños de la misma aunque siempre con una gran autonomía de diseño. Lo curioso de todo esto es que Harley-Davidson nunca quiso vender lo mejor de su gama bajo Aermacchi, y tampoco estaba muy interesada en competir del mundial. No obstante, en Italia se funciona de una manera diferente a la que se tiene por normal en Wisconsin. Por ello, durante los sesenta las Aermacchi HD obtuvieron buenos resultados en carreras con su monocilíndrico horizontal. De hecho, en 1971 estaban perfilando un bicilíndrico con el mítico Renzo Pasolini a los mandos.
A pesar de los buenos resultados cosechados durante los setenta con tres campeonatos mundiales de cuarto de litro consecutivos, aún a día de hoy resulta extraño para muchos ver el nombre de Harley-Davidson en este tipo de motos. Y no es raro, ya que al fin y al cabo esto fue una aventura más nacida en Italia que en los Estados Unidos
Harley-Davidson RR500, el asalto al medio litro
Para 1973, parte del equipo italiano decidió dar el salto al medio litro gracias a los buenos resultado en categorías inferiores. Así las cosas, se decidió usar el nombre oficial de Harley-Davidson aunque la casa central en los Estados Unidos anunció que se comprometería lo justo ante esta aventura en competición. Y es perfectamente entendible, ya que durante los años setenta los fabricantes americanos ya tenían bastante con aguantar el embate de los japoneses. Arrolladores en las pistas, pero también en los concesionarios.
Lo primero para desarrollar a la Harley-Davidson RR500 fue el motor. Para ello se partió de cero, ideando un bicilíndrico alimentado por cuatro carburadores. Sin duda la maravilla soñada para cualquier amante del olor a gasolina, acompañada de alardes técnicos muy escasos en el momento como la válvula rotativa. De todos modos, el resultado en prestaciones fue excelente ya que consiguieron 98 CV a 10.000 revoluciones por minuto.
Si a eso le sumamos la calidad del chasis nos queda una montura de lo más interesante. Realizado en acero, éste tenía una estructura tubular de doble cuna dejando el conjunto en 124 kilos. Por cierto, el freno trasero con patente propia de Harley-Davidson merece mención aparte, habiéndose movido todo lo posible hacia el centro buscando mejorar las inercias, responsables de afectar no sólo al posible patinar de la rueda sino también al comportamiento de la cadena.
Con dos carburadores por cilindro, este motor tenía un alto grado de complejidad que Bimota supo valorar comprando dos para ellos mismos y su posterior desarrollo
Con todo esto, la Harley-Davidson RR500 se estrenó en competición en 1975 logrando unos resultados mucho menos notorios que los de Aromacchi había cosechado en cilindradas inferiores. De hecho esta aventura duro sólo un año con múltiples abandonos por fallos en la fiabilidad, además de que realmente Walter Villa estaba concentrado en ganar en el cuatro de litro. No obstante, dos de los cuatro motores fabricados de la RR500 fueron comprados por Bimota. Su destino es ya otra historia que dentro de no mucho contaremos.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS