John Surtees quizás no fuera el mejor piloto de toda la historia, pero es que tampoco resulta fácil clasificarlo para poder compararlo con otros. Así las cosas, lo que sí resulta claro y meridiano es que posiblemente sea el más completo de entre todos los del siglo XX. No en vano, en su palmarés están cuatro títulos en el medio litro del mundial de motociclismo y tres más en el de cuarto de litro. Además, fue campeón de la F1 en la temporada de 1964, de la CanAm en 1966 y también responsable de excelentes actuaciones en las carreras de resistencia como la que lo llevó a ganar las 12 Horas de Sebring en 1963. Con todo ello, una sencilla selección de los vehículos más importantes en su carrera ya podría llevar de por sí no pocas páginas. De todos modos, centrándonos en el motociclismo de medio litro bien podría ser la MV Agusta 500 4C de 1956 la más sobresaliente.
Pero vayamos al comienzo de toda esta historia. Para ello nos centraremos en el Reino Unido a comienzos de los años cincuenta. Allí un jovencísimo John Surtees comenzó su carrera corriendo en el Ulster y la Isla de Man. Sobresaliendo aunque aún no ganando debido a estar en sus años de formación. No obstante, en 1955 fue contratado por el equipo oficial de la prestigiosa Norton. Un paso de gigante que bien podría haber quedado como una larga fase de su hipotética carrera de no haber sido fichado en 1956 por MV Agusta después de que Norton anunciara su retirada de la competición. A partir de aquí su palmarés parecía ir despegando a velocidad de torpedo, llegando a ganar ni más ni menos que 38 victorias durante sus 51 carreras en la categoría más potente del mundial.
De hecho, ese mismo 1956 en el que corría por primera vez con MV Agusta se hizo con su primer título en el medio litro. ¡Y sólo tenía 22 años! Una edad temprana en la que, sin embargo, hizo gala de una habilidad innata. Necesaria y requerida para el manejo de una máquina como la MV Agusta 500 4C. Una de las mejores motocicletas de competición de la historia, evolucionada en su primera serie durante 16 años hasta desembocar en una nueva versión de tres en vez de cuatro cilindros allá por 1966. Sumando toda su vida con diferentes motorizaciones hasta 1976, esta MV Agusta cuenta en su trayectoria con 18 títulos mundiales en el medio litro. Sobresaliente.
Hasta la llegada de las motos japonesas a lo más alto del mundial de medio litro, MV Agusta fue la marca dominadora gracias a las distintas evoluciones realizadas con la 500 como base, llegando a estar 26 años en uso
MV Agusta 500 4C, la primera moto victoriosa para Surtees en el medio litro
Las MV Agusta 500 fueron toda una leyenda en el mundial de medio litro antes de la llegada de los fabricantes japoneses, quienes llegaron a lo más alto de aquella competición por primera vez en 1975 con la victoria de Giacomo Agostini a lomos de una Yamaha. Piloto que, por cierto, ya había cosechado antes siete mundial precisamente gracias a la MV Agusta 500. Pero volvamos a a la 4C con la que John Surtees fue protagonista en 1956 y tres veces más desde 1958 hasta 1960.
Conocido por su trabajo en MV Agusta pero también por todo lo realizado para Gilera, Piero Remor fue uno de los ingenieros más destacados del motociclismo italiano. Una carrera que empezó en los años veinte diseñando, precisamente, un motor de cuatro cilindros. Justo el encargo que obtuvo por parte de MV Agusta de cara a 1950, siendo el resultado de ello el motor 500 Bialbero Corsa. Un ingenio altamente experimental, que durante sus primeros años experimento contantes cambios llegando a tener incluso cuatro carburadores.
De hecho, consultar las fichas técnicas de la primera serie de la MV Agusta 500 4C es un viaje para arqueólogos del motor ya que cambia constantemente. Todos los años. Por ello, lo más inteligente será ir hasta las cualidades atesoradas para la temporada de 1956 y el éxito de John Surtees. Entonces, la potencia estaba en 65 CV – único año en el que ha estado ahí, ya que posteriormente llegó hasta los 80 CV habiendo tenido sólo 50 CV en los primeros años – gracias a los cuatro cilindros en línea con cuatro tiempos alimentados por un carburador Dell’Orto en cada uno de ellos.
John Surtees es posiblemente el piloto más polifacético en éxitos del siglo XX, habiendo logrado su primer mundial de medio litro a bordo de este modelo antes de cosechar tres más
Buenas cualidades para la época, unificadas con las del resto de versiones gracias al hecho de que las MV Agusta 500 4C siempre contaron con el mismo chasis en doble cuna. Con todo esto, John Surtees voló por las pistas del mundial camino a su victoria. La primera de todas aquellas con las que cimentó una de las biografías más sólidas y versátiles no ya del motociclismo, sino del mundo del motor.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS