Las motos chinas, aunque ya cuentan con una notable presencia en nuestro mercado, siguen sin convencer a todos los usuarios que ven, en su origen, un escollo a la hora de optar a una de esas motos. Sin embargo, no son pocas las marcas de origen chino que han demostrado que su imagen de poca calidad y de producto barato, ha pasado a mejor vida. Es cierto que el precio es uno de los principales argumentos de venta, pero actualmente ofrecen muchas cosas adicionales.
Entre esas motos chinas podemos destacar la recién lanzada QJ Motor SRT 550X, un modelo destinado al segmento del carnet A2, con clara orientación aventurera y clara inspiración alemana, que presenta un conjunto la mar de interesante. La letra X, como se puede esperar, hace referencia a su condición más campera que se caracteriza por llantas de radios calzadas con neumáticos Metzeler Tourance –19 y 17 pulgadas delante y detrás respectivamente–, un parabrisas de nuevo diseño con barra para sujeción del GPS, defensas anticaída y caballete central.
Con respecto al apartado mecánico, no hay cambios y todo se mantiene igual. Es decir, el motor es un monocilíndrico de 554 centímetros cúbicos que rinde 47,5 CV a 7.500 revoluciones y un par de 51 Nm a 5.500 revoluciones. Se queda al límite del carnet A2 por potencia y peso –235 kilos con todos los llenos–, lo que permite contar con una montura que se podrá estirar sin notar una enorme falta de motor durante un buen puñado de años.
La parte ciclo, al igual que su motor, se mantiene igual, con un chasis tubular de acero y suspensiones convencionales, aunque la horquilla es de tipo invertida y un amortiguador trasero que permite ajuste en precarga y extensión. Los frenos delanteros alcanzan ls 320 milímetros –dos discos– y el trasero es de 260 milímetros, siempre con ABS.
Dado su talante aventurero, se puede solicitar con un kit de maleteras metálicas y top case, que potencian todavía más su espíritu de moto viajera y que gracias a los 6.999 euros que cuesta –más el kit de maleteras–, te hace olvidar su origen chino. Además, también suma el seguro gratuito durante el primer año y nada menos que seis años de garantía transferible.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS