El Gilera Runner 180 SP es uno de esos scooter míticos, nacidos en una época bastante prolífica en lo que a scooter deportivos se refiere. Tenía diseño, tenía prestaciones, dos argumentos que lo convirtieron en el objeto de deseo de muchos aficionados.

Los scooter deportivos no aparecieron por primera vez con el Yamaha T-Max, ni mucho menos, los scooter deportivos ya tienen una larga trayectoria, aunque ninguno llegó a los niveles del modelo nipón. Los scooter deportivos de antes, tenían prestaciones y hasta cierto punto, un comportamiento más afilado, pero se llega hasta ello de una forma más tradicional.

Dicho de otro modo, un scooter deportivo de antaño, era deportivo porque tenía un motor más potente y un ciclo adaptado a ese motor, como ocurría con el Gilera Runner 180 SP. Tenía un chasis de tubos, como todo scooter, ruedas pequeñas –12 pulgadas– y suspensiones cortas y duras, mientras que el motor era un monocilíndrico de dos tiempos, 180 centímetros cúbicos y 21 CV.

No obstante, aunque no hubiera nada fuera de lo normal en cuanto a ciclo y motor, el Runner 180 SP no era como los demás scooter. El chasis mutitubular era muy rígido y situaba el depósito de gasolina muy abajo, entre las piernas del conductor, para centrar masas, los frenos eran de disco en ambas ruedas –220 milímetros para los dos rotores– y el asiento estaba colocado muy alto.

El motor, con sus 21 CV –refrigeración líquida y electroventilador–, era capaz de lanzar al Gilera Runner hasta los 135 km/h, pero podía llegar a superar los 150 km/h si uno se gastaba el dinero en la infinidad de piezas para potenciarlo que se ofrecían en el mercado. Era la época de las “preparaciones”, los scooter como el Gilera Runner tenían toda clase de componentes para explotar todavía más su potencial y se podían crear auténticas bestias.

De todas formas, el Gilera Runner 180 SP no solo era un scooter con un marcado talante deportivo, también fue un modelo muy especial para la propia Gilera. Después de tener algunas de motos más populares de su época –Gilera Crono SP1 y Gilera Crono SP2, Gilera CX 125… , Piaggio detuvo la producción de la marca y centró sus esfuerzos en el desarrollo de lo que sería un modelo icónico: el Gilera Runner.

En aquellos años, los scooter habían ganado muchísima popularidad y el mercado en general pedía ese tipo de motos. Así que Gilera desarrolló lo que pedía el mercado, un scooter deportivo que se ofrecería en varias versiones: 50 centímetros cúbicos, 125 dos tiempos y 125 cuatro tiempos, 180 centímetros cúbicos dos tiempos, 200 centímetros cúbicos cuatro tiempos…

Con el Gilera Runner se buscó emular el comportamiento de una motocicleta “de toda la vida”, pero la monta de ruedas tan pequeñas ya suponía, por sí sola, un escollo. No obstante, fue de los scooter más deportivos de tu tiempo.