Moto del día: Honda Rune

Moto del día: Honda Rune

Una custom muy especial


Tiempo de lectura: 2 min.

En realidad la moto de hoy no se llama así, sino Honda Valkyrie Rune, siendo una edición especial de esta custom japonesa realizada en 2003. En el deseo de Honda de mejorar su moto custom para competir en el mercado norteamericano, lanzó este modelo con una estética muy parecida a esas Harley Davidson grandes.

La idea era trasplantar el motor de la Honda Goldwing en una moto que cubriera el nicho custom en Estados Unidos. De hecho esta Rune se fabricaba en Marysville, Ohio. El diseño proviene de un prototipo que la marca presentó en el Salón de Tokio de 1995, la Honda Zodia, y que resulta muy similar al producto que final salió al mercado. Antes de esto, se realizaron cinco prototipos más durante seis años, que fueron dando forma a la Honda Rune.

Durante estos prototipos, se encontraron con un desafío en el diseño: el radiador era tan pequeño, que no era capaz de disipar todo el calor necesario. Los diseñadores no tenían intención de cambiar la estética, así que los ingenieros tuvieron que encontrar un radiador ultraeficiente de forma curvada, que cumpliese con los estándares requeridos por la marca.

Como vemos, se trata de una moto muy grande, ancha y larga -2.557 mm-, que incorpora un motor bóxer de seis cilindros y dos válvulas por cilindro, que rinde 118 CV a 5.500 rpm y 167 Nm de par a 4.000 rpm. Con 367 kg, se trata de una moto bastante pesada, pero que es capaz de alcanzar los 198 km/h.

Tal vez un detalle interesante sea su suspensión delantera, de doble brazo y muy similar al concepto de Confederate, los que la han conducido comentan que se trata de un sistema muy progresivo que aporta mucha confianza a la hora de afrontar las curvas.

Sus cromados abundantes, los guardabarros, su manillar retrasado, el asiento atrás y bastante bajo -691 mm-, y sus neumáticos anchos de medidas 150/60 R18 delante y 180/55 R17 detrás, aportan esa estética rotunda que tanto gusta al público norteamericano.

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Sobre mí

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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