Los productos de KTM siempre han sobresalido en el ámbito off road fabricando máquinas de gran calidad y efectividad que se han impuesto incluso en competiciones tan duras y conocidas como el Rallye Paris Dakar o Dakar (como se denomina actualmente). Con los años ha ido incorporando motos de carretera a su catálogo, además de versiones derivadas de las “de campo”, destinadas a satisfacer las ansias velocistas de los supermotards gracias a máquinas como las KTM Duke.

Dentro de este último estilo de motos, la firma austriaca marcaría el ritmo de la categoría al sacar a la venta la primera supermotard bicilíndrica en el año 2005, la KTM Supermoto 950, dando al mercado un nuevo nicho del que emergerían motos como la Hypermotard de Ducati o la Dorsoduro de Aprilia.

En el 2008 llegó la Supermoto 990, una evolución que ha mejorado ostensiblemente las capacidades de la versión anterior, con una revisión de la ergonomía del piloto a la vez que modificaba ligeramente su estética.

Para el bastidor de la moto se confió en una estructura multitubular de acero al cromo-molibdeno que circundaba al propulsor, el cual se situaba suspendido del propio entramado tubular. Complementándolo en su parte posterior se instaló un subchasis de aluminio para soportar la zona del asiento y de los escapes. La geometría de suspensión delantera sufrió modificaciones, donde la horquilla invertida Whitepower multirregulable varió su ángulo de inclinación en aras de aumentar la estabilidad a alta velocidad manteniendo la misma agilidad. En lo respectivo a la parte posterior seguía montando el monoamortiguador Whitepower actuando directamente sobre el basculante de aluminio. Los frenos seguían contando con su doble disco de 305 mm acompañado por pinzas Brembo de 4 pistones instaladas en disposición radial para la rueda delantera y de un juego de pinza de doble pistón y disco de 240 mm para la rueda trasera.

El motor es el que se lleva la gran modificación, elevando su cilindrada hasta los 999 cc, este bicilíndrico en V a 75º proveniente de la Superduke se vio convenientemente modificado en lo respectivo a su carácter para abandonar su temperamento puntiagudo. Refrigerado por agua, su lubricación se realizaba mediante cárter seco gracias a un depósito ubicado en la parte frontal del motor. Incluía un sistema de alimentación mediante inyección electrónica, una nueva centralita de gestión del motor y un nuevo sistema de escape que aumentaba su potencia. Capaz de proporcionar unos 115 CV a 9.000 rpm y un par máximo de 100 Nm a 7.000 rpm el propulsor podía lanzar a esta moto de 210 kilos de peso hasta los 235 km/h.

También sufrió de cambios el puesto de conducción, que abandonaba su diseño “endurero” para incorporar unas formas más adecuadas para su utilización en carretera, acercando el puesto del piloto hacia el manillar, de cara a cargar más peso en el tren delantero y evitar en cierto modo su flotabilidad a alta velocidad en autopista. Aunque la zona del asiento-depósito se remodeló, estrechando sus medidas para facilitar la llegada al suelo de la persona a los mandos, la altura del asiento siguió estando a una alta cota de 875 mm. De este cambio se benefició la capacidad del depósito, aumentando su tamaño hasta los 19 litros, que junto a la opcional pantalla de protección frente al viento, favorecía la realización de largos trayectos por carretera.

La 990 supermoto austriaca era más que una supermotard, era más grande y más pesada, pero también más usable en carretera abierta

El cuadro de relojes se mejoró incluyendo un gran cuentarrevoluciones que contenía diversos testigos luminosos y estaba acompañado por una pantalla de cristal líquido que informaba del nivel de combustible, el odómetro, el reloj horario y la velocidad.

Con un motor que mejoraba su actitud en el rango de medios y bajos, la Supermoto se transformaba en una gran opción para el día a día dentro de la urbe, a pesar de contar con una altura de asiento sólo apta para personas de talla alta. Con una mejorada posición de conducción la hacían más práctica, cómoda y capaz de cara a pasar largas jornadas sobre ella. Sus nuevas características mejoraban los inconvenientes que se reflejaban en la versión de 950 cc, como su comportamiento a alta velocidad pero mantenía su eficaz forma de ser en trazados sinuosos, donde las suspensiones regulables hacían que el estado del asfalto no fuera un inconveniente para mantener un alto ritmo en el paso por curva.

Su precio de 12.000€ no era ninguna ganga, pero dada su orientación, las prestaciones de las que hacía gala y la calidad de funcionamiento, no la hacían precisamente del “montón”. Su halo elitista la ha hecho medirse a motos como la Hypermotard de Ducati con un precio de 13.000€ o incluso con la Megamoto de BMW dotada de su motor boxer y con un precio de 18.000€.