La Kawasaki KZ 400 es un auténtico rara avis en España. Debido a los cupos de importación, llegaron muy pocas unidades a pesar de que se fabricó entre 1973 y 1983. Fueron diez años de comercialización, pero por aquellos años, las fronteras de nuestro país eran un problema para muchas empresas, tanto internas como externas.
En aquellos años, Kawasaki todavía era famosa por sus motores “dos tiempos”, pero la crisis del petróleo los puso contra la espada y la pared por sus altos niveles de consumo. Así, de golpe, todo lo que gastaba más de la cuenta, dejó de ser interesante, se impuso la austeridad y el control de los gastos, lo que obligó a Kawasaki a tomar el camino de los cuatro tiempos.
Así, la marca comenzó a lanzar modelos con motores “de válvulas” con los que adaptarse a las tendencias y, también, a las normativas que se habían impuesto en muchos mercados. Motos como la Kawasaki KZ400, una motocicleta que, además de ser económica, también se presentaba con un motor de cubicaje medio, un consumo contenido y unas prestaciones suficientemente buenas como para convencer a los usuarios.
La KZ400 fue presentada en el salón de Tokio de 1973 y gracias a diferentes acciones, como una campaña publicitaria muy completa y a su participación en el Rallye Côte d’Ivoire-Côte d’Azur, las ventas comenzaron a fluir con especial intensidad en Estados Unidos, un mercado, como se puede imaginar, muy importante tanto para Kawasaki como para cualquier otra marca.

Aunque en Estados Unidos son muy seguidores de los motores grandes, la KZ400 tuvo una gran acogida y fue esa popularidad en Norteamerica, lo que permitió que la moto llegara a España. Allá por la década de los 70, no había relaciones comerciales con Japón para la importación de motocicletas, pero sí las había con Estados Unidos y dos años después de su lanzamiento, los moteros españoles la tuvieron en las tiendas.
Una vez en España, las revistas comenzaron a tenerla en sus garajes y, por lo general, todos quedaron satisfechos y elogiaron su facilidad de conducción, su poco consumo y, en resumen, su buen funcionamiento. Se elogió que, a pesar de tener un motor pequeño, las prestaciones eran buenas. Esta última parte resulta curioso, ya que en aquellos años no había motocicletas con motores mucho más grandes en España, y las que había, estaban al alcance de muy pocos usuarios.
Aun así, el motor de dos cilindros y 398 centímetros cúbicos, rendía 35 CV a 8.300 revoluciones, más que suficiente incluso hoy, que encajaría en el mercado del carnet A2 y estaría muy en línea con las tendencias actuales. Además, su estética sería hoy, también, otro argumento de venta.
En su momento resultó interesante y atractiva, aunque claramente clásica. Sin embargo, en España tenía un problema claro: el precio. Costaba 280.000 pesetas, 1.683 euros de 1976, demasiado para una motocicleta con un motor de 400 centímetros cúbicos.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS