Moto del día: Bimota SB8R

Moto del día: Bimota SB8R

Radical e innovadora gracias a su chasis con fibra de carbono


Tiempo de lectura: 2 min.

La Bimota SB8R, como todas las motos de la firma italiana, es un espectáculo tanto visual como técnico y, por supuesto, en todo lo referente a las soluciones empleadas. La normalidad, como seguramente ya sabréis, no existe en Bimota y a finales de los años 90, salirse de lo convencional era la carta de presentación de esta compañía italiana. Quizá por eso hayan acabado en manos de Kawasaki, ¿no?

El caso es que a finales de los 90, concretamente en 1999, la SB8R hacía acto de presencia para meter a la firma italiana en el mundillo de las Superbikes, categoría que por entonces estaba dominada por los motores bicilíndricos de Ducati y su saga 916-998. Pero Bimota no usa sus propios motores, compra los propulsores a terceros y para la ocasión, optaron por uno de los mejores V2 de su momento: el Suzuki TL 1000.

Quizá recordéis lo que decía la prensa del TL 1000, y las críticas que se llevó la moto nipona por aquella suspensión trasera tan peculiar que, si hubiera funcionado correctamente, habría sido toda una innovación. Aquel motor se ganó el respeto y la admiración de todos, solo necesitaba un buen chasis donde ser montado y eso es lo que hizo Bimota, desarrollar un buen chasis.

Los ingenieros de la compañía italiana crearon una estructura formada por dos largueros fabricados con aluminio, unidos mediante placas de fibra de carbono, que también servían de soporte para el propulsor y el basculante. Era la primera vez que se hacía algo semejante con fibra de carbono y además, tampoco tenía subchasis para el colín-asiento, pues se optó por una estructura autoportante de fibra de carbono. De hecho, la fibra de carbono estaba presente en los laterales del carenado y en la máscara del faro –tomado de la Suzuki TL 1000 S– y en los guardabarros.

El chasis se completaba con suspensiones de primer nivel. La horquilla tenía barras de 46 milímetros, mientras que atrás, había un amortiguador Öhlins, totalmente ajustables en ambos casos. Las llantas eran de aleación con 17 pulgadas y los frenos, de origen Brembo.

Como siempre ocurría en Bimota, el motor no se montaba tal cual lo vendía Suzuki, sino que pasaba por las manos de los ingenieros. Los 996 centímetros cúbicos se mantenían intactos, pero la potencia subía hasta los 134 CV a 10.000 revoluciones y el par hasta los 9 mkg a 8.750 revoluciones. Son cifras muy similares a las que anunciaría la Suzuki TL 1000 R…

La producción de la Bimota SB8R fue muy reducida. Se presentó en 1998, la fabricación se inició en 1999 y se detuvo en el año 2000. Costaba cerca de 21.500 euros de la época y, por tanto, era carísima y muy radical.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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