La Aprilia SL 1000 Falco nació en 1999 como una sport turismo de corazón salvaje pero domesticable. Era una versión suavizada de la RSV Mille, más asequible y racional en su compra, sin mermar las capacidades dinámicas y el potencial prestacional de un conjunto brillante. Es una moto que podía sacarle los colores a sus rivales contemporáneas, pero que ha pasado de largo sin pena ni gloria por la línea temporal de la historia del motociclismo.
Su chasis de doble viga estaba hecho en aleación de aluminio y magnesio. En el interior de este, el mismo motor bicilíndrico en V a la 60 grados de 997 cm3 que daba vida a la RSV Mille hacía lo propio en la SL 1000 Falco. Sin embargo, en la casa de Noale prefirieron descafeinar ligeramente el propulsor para hacerlo más suave de usar en el día a día. No todo el mundo quiere las sensaciones de una moto de carreras con matrícula. El encendido y el mapa de inyección de combustible se recalibró, además de incorporar un silenciador doble.
Aún con un motor más light, el resultado era una potencia de 118 CV a 9.250 RPM y 95,6 Nm de par motor, suficiente para mover los 220 kg de masa desde parado hasta los 100 km/h en poco más de tres segundos y llegar a los 250 km/h de velocidad punta sin despeinarse. Y para detenernos con garantías a esas velocidades es necesario un buen equipo de frenado. En este caso, Brembo dispuso al eje delantero de una pareja de discos flotantes de acero inoxidable y 320 mm con pinzas de cuatro pistones. En la zaga, un solo disco de 220 mm con pinza de dos pistones.
La Aprilia SL 1000 Falco nunca llegó a despegar frente a sus rivales japonesas como la Suzuki TL 1000 S o la Honda VTR 1000 F. Aprilia era considerada una especialista en los dos tiempos y sus motores de cuatro aún no habían sido suficientemente probados
Para el 95 % del tiempo, la SL100 Falco se bastaba con una suspensión delantera de horquilla invertida firmada por Showa, de 43 mm de grosor y 120 mm de recorrido, y un amortiguador Sachs de 130 mm en el eje posterior. Tanto al frente como en la retaguardia, ambas suspensiones se pueden ajustar en extensión, compresión y precarga de muelle. Cumplían con su cometido, aunque el tarado podía pecar de ser algo blando para rodar a ritmos elevados con plena confianza. Para ese cometido estaba la RSV Mille.
Aunque la SL 1000 demostró ser una moto fiable y rápida, sus ventas fueron decepcionantes. La producción cesó en 2003 y las ventas finalizaron un año después. Su posición de conducción era más cómoda que la de su homóloga más deportiva, y su manejo más sencillo y cómodo para su uso en la urbe y trayectos diarios. Aunque también valía para viajes más largos. Su carenado a ¾ y su depósito de 21 litros podían lidiar con kilómetros y kilómetros. Finalmente, Aprilia sacrificó este modelo en busca de potenciar la Tuono 1000.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Yo tengo una Falco desde 2003 y estoy encantado. Estéticamente preciosa, con un gran motor, válida para hacer tandas en circuito y rodar tranquilamente por carretera. He visto muy pocas en 15 años y todavia hoy la gente la mira con curiosidad. Orgulloso de tenerla en el garaje de casa.
Amen hermano.
Al 100% contigo
Olvidada por el gran público pero muy querida por parte de algunos aficionados entre los que me incluyo, esta moto aunaba varias facetas en una sola moto, por una parte una posición de conducción deportiva pero no radical, la citada autonomía gracias a su gran depósito, un motor muy muy aprovechable, que lo mismo te valía para hacer turismo que para tandear. Y además era bonita, lástima que por aquél entonces la fama de Aprilia en nuestro país no era muy buena, porque las pocas unidades que conozco y pese a tener años y kilómetros encima han demostrado ser muy… Leer más »