A veces, un accidente, un pequeño problema, da como resultado la solución a otro. Muchos remedios médicos, por ejemplo, fueron encontrados por accidente, cuando se buscaba otra cosa, y en el mundo de la moto también tenemos accidentes con resultados felices. Por un lado, el monstruo de Ducati, la Monster, la cual nació de un accidente, y por otro, por ejemplo, la Bimota HB1, la primera Bimota con motor Honda se fabricó.
De hecho, la aparición de la Bimota HB1 se parece mucho a la creación de la Ducati Monster. Massimo Tamburini estrelló su Honda CB750 en el circuito de Misano en 1972, un accidente que le dejó tres costillas rotas y mucho tiempo libre. Así, Tamburini llegó a la conclusión de que, aunque el motor de al CB750 era fantástico, el chasis y las suspensiones no estaban a su altura y eran incapaces de gestionar el potencial del motor. Por tanto, comenzó a gestar un proyecto para mejorar ese chasis, reducir el peso y bajar el centro de gravedad.
Tamburini desarrolló una motocicleta que, en teoría, debía mejorar todos los puntos flacos de la CB750 y de paso, lucir un bonito vestido italiano que la hiciera más sexy y atrevida. Tamburini decidió montar el propulsor como elemento portante en un chasis totalmente nuevo y diseñado, como cabe esperar, para maximizar el rendimiento de la nueva suspensión, que se componía de una horquilla Ceriani y dos amortiguadores traseros Marzocchi, que sujataban unas nuevas llantas de aleación con las que se buscaba reducir el peso.
Incluso sin ninguna mejora de rendimiento en el motor, la Bimota HB1 superaba con creces a la Honda CB750 en todos los apartados, pero claro, era mucho más cara. No obstante, Bimota, originalmente, no vendía motos completas, lo que ofrecía era un kit para transformar la CB750 en una HB1. Es decir, casi como un kit car británico, el cual, los compradores tienen que hacerse cargo del montaje y de su posterior matriculación e inspección técnica.
Según datos disponibles, se fabricaron solamente 10 unidades de la Bimota HB1, lo que hace que se extremadamente cara y que, además, aparezcan algunas réplicas que, por otro lado, sorprenden por la calidad de realización. Husky Restoration, por ejemplo, es uno de los especialistas que se dedican a crear réplicas de la Bimota HB1 y el diseño lo obtuvieron mediante ingeniería inversa, desmontando y estudiando una unidad auténtica. De esta forma, como ocurre con Classics Recreations con sus réplicas del Shelby GT500, que son tan auténticas que hasta la propia Shelby las cataloga como modelos de la marca.
Aclarar un último punto. La Bimota HB1 no estaba homologada para su circulación por vías públicas, era una moto exclusivamente para pista cerrada
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS