Al finalizar la Segunda Guerra Mundial cesó la producción de las Welbike, de las que hablamos la semana pasada. John Dolphin, que había estado al cargo de la producción de estas minimotos militares, vio una oportunidad de negocio en estos aparatos que de poco sirvieron en la lucha contra el eje. Y es que las Welbike no estaban preparadas para ser útiles en desplazamientos en zonas de lucha y su uso quedó para los viajes en las zonas de despliegue y aterrizaje de las fuerzas de aviación británicas.
Sin poder expandir su negocio de motos en el campo de batalla, Dolphin se pasó a la venta en el terreno civil. Pasó de ser oficial del ejército británico a director general de una empresa de motocicletas con el nombre de Corgi Motorcycle Co Ltd., denominación que dio a su marca basada en el perro galés del mismo nombre y de morfología similar a la minimoto, muy alargado y bajito.
“Corgi” viene del celta y significa “perro enano”
Corgi se fundó en 1946 con el objetivo de adaptar la Welbike del ejército británico al mundo civil. Con sede en Southport, en Gran Bretaña, Dolphin comenzó la fabricación de la Corgi 50 a partir de los componentes de su predecesora, pero obviamente eliminando los problemas conocidos y las especificaciones técnicas dedicadas a su uso y despliegue en paracaídas. Posteriormente la Corgi Motorcycle Co Ltd. fue adquirida por Brockhouse Engineering Ltd.
La moto seguía siendo impulsada por un motor de Excelsior de 98 cc y dos tiempos, rindiendo unos 3 CV. El bastidor de la Corgi era más sólido que el de la Welbike -el peso dejó de ser un problema-, y como no se iba a lanzar en paracaídas se le puso un depósito de 6 litros entre el manillar y el sillín, como era habitual en cualquier ciclomotor de la época. Con esto, la moto se podía seguir plegando y, además, sus pequeñas ruedas permitían que la moto ocupase poco espacio una vez reducida.
La Corgi Mk.I original se arrancaba a empujones -herencia de su hermana de guerra- y carecía de un sistema de embrague; se ponía en marcha y se subía uno encima. Su segunda versión, Corgi Mk.II, ya disponía de un sistema de embrague y de una palanca de pie para arrancarla estando parada. La segunda versión nunca alcanzó la popularidad de la primera. La segunda Corgi se presentó en el Salón de Londres de 1949, tras el éxito de la primera se esperaba una revolución como había causado su anterior versión, pero la realidad fue que nunca tuvo el mismo éxito y su fabricación cesó.
La popularidad que alcanzó la moto no fue tanto en Gran Bretaña, tuvo la mayor parte del éxito de sus ventas y el destino de su producción en el mundo yankee. La empresa fabricó, entre 1947 y 1954, 27.050 unidades de las cuales la mayoría se destinaron exportadas al continente americano, pero remarcadas como Indian Papoose para tener más tirón comercial. La palabra “Papoose” también es antigua y significa “hijo de tribu india” en la lengua de los algonquinos. Más americano sin duda que el perro en cuestión.
Y, curiosamente, el ejército estadounidense volvió a usar la moto de Dolphin con fines militares; la Corgi se usó en la guerra de Corea como el transporte del personal de mantenimiento y de algunos pilotos en sus desplazamientos por las pistas de las bases.
A pesar de que la Corgi, en su segunda versión, no alcanzó la popularidad que pretendía, estableció las bases del mundo de las motos en pequeña escala. Sin la invención de Dolphin sería díficil entender cómo pocos años después nacieron modelos similares. Además, hoy en día estas motos están tan cotizadas que se creó un club llamado The Brockhouse Corgi Motorcycle Club UK, en 2011, para buscar a propietarios de estas motos clásicas para ayudarles a restaurarlas y comprarlas.
Luis López
Me hice periodista para contar historias. Creo que lo más importante no es llegar a la meta, sino disfrutar del camino. Aprendiendo en espírituracer.comCOMENTARIOS