Por algo menos de 800 dólares de la época (192 aproximadamente), podrías hacerte en uno de los concesionarios con una Dot Demon. Te llevabas una moto que en un primer vistazo no llamaba demasiado la atención, pero que realmente estaba muy bien pensada, construida y desarrollada para la época. Era ligera y potente: algo más de 20 CV y unos 97 kg de peso. Y aunque usaba un propulsor de Villiers, como muchas otras motos de la época, este había sido mejorado en muchos apartados con el fin de mejorar el rendimiento.
Hablamos de un motor monocilíndrico de dos tiempos y 246 cc refrigerado por aire (66×72 mm), concretamente el modelo 26A de Villiers, o al menos en su origen. Sin embargo, el cilindro es de aluminio y una culata con una cámara de combustión mecanizada. Hay además unas aletas más grandes y espaciadas, lo que evita que el barro se quede atrapado entre ellas y el motor tienda a sobrecalentarse. Volviendo al cilindro, este se ha pulido con diamante en el acabado final, lo que deja unos surcos microscópicos que retienen el aceite y mejoran la lubricación del pistón.
La prensa de la época cuenta otros detalles interesantes, como un carburador en el que la admisión estaba conectado a una cámara más grande con forma de “U” y, en cada extremo, un filtro redondo. Este desarrollo se hizo para carreras en lugares secos, donde la cantidad de polvo que podía penetrar al motor a través del típico filtro corto en el carburador es mayor, y podía acabar dañando internamente el motor. De esta forma se gana capacidad de filtrado. Por otro lado y ya en el escape, lo más característico es que no contaba con ningún tipo de tubarro, con lo que la Dot Demon iba literalmente a escape libre.
Si seguimos mirando detalles, observamos un chasis de acero al manganeso-molibdeno y que utiliza soldadura de bronce para su unión. Otro detalle bastante característico, no solo de esta Dot Demon sino de muchos modelos de la firma británica, es su horquilla delantera tipo Earless. Este sistema le permitía contar con un recorrido libre de suspensión muy elevado, siendo además muy estable a alta velocidad.
El conjunto se completaba con un doble sistema de amortiguación hidráulica detrás, frenos de tambor, una capa de cambios de cuatro velocidades, un depósito de 7,5 litros el aluminio y un combinación de llanta delantera de 19″ y trasera de 18″, con neumáticos de 3,5″ y 4″. Las pruebas hablan de que la moto era manejable, potente, muy cómoda de asiento y una vez te acostumbrabas al tacto de la horquilla Earless, tremendamente eficaz.
Hoy en día, una Dot Demon en buenas condiciones, que haya sido restaurada y demás, es fácil que supere los 10.000 o incluso 15.000 euros.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS