Hoy en día Ducati cuenta con unos 1.100 empleados y beneficios de millones de euros. Además, su posición financiera está respaldada por la pertenencia al Grupo Volkwagen, del cual depende desde el pasado 2012. Adquisición con la que ha pasado de la esfera italiana a la alemana. Pues aunque las instalaciones y el carácter son puramente transalpinos, tras todo este proceso subyace el que Ducati se convierta en la competencia para BMW. Una interesante operación financiera que representa el último capítulo de importancia en la historia de una marca con 95 años de historia. Razón por la cual Ducati no ha tenido una, sino muchas formas distintas de enfocar el negocio y el tipo de motocicleta que deseaba ofrecer. Algunas tan interesantes como la Ducati 600 TT2.
No obstante, si tenemos que centrarnos en cómo y cuándo gira hacia la deportividad que hoy en día la caracteriza hemos de referirnos a lo siguiente: finales de los setenta, 500 Pantah. La época y el modelo donde se unen las coordenadas que actualmente definen a Ducati. Con su diseño ingenioso para el cuadro, su particular sonido, el estilo y el rendimiento alegre y vigoroso del motor. Características bajo las cuales trabaja la empresa de Bolonia, imprimiendo a sus creaciones la personalidad que le ha permitido asentarse en el actual nicho de mercado donde hoy se encuentra.
Todo ello inaugurado con la 500 Pantah. Presentada en su momento como una de las mejores motocicletas de 500 cm3. Gracias a combinar su motor bicilíndrico de sistema desmodrómico de 2 válvulas con un cuadro extremadamente ligero y firme capaz de ofrecer un comportamiento tan nervioso como noble a la hora de leer la carretera. Sin duda uno de los grandes iconos de Ducati, con la cual la marca entró a una nueva era tanto en materia tecnológica como financiera. Sin embargo, el director técnico Gianluii Mengoli sabía que la 500 Pantah tenía capacidades para dar más de sí en las carreras. De ahí salió en 1981 la Ducati 600 TT2.
A finales de los setenta Ducati empezó una época de esplendor en la que definió su carácter deportivo con motocicletas como la 500 Pantah o la 600 TT2
Ducati 600 TT2, una de las vencedoras en la Isla de Man
Teniendo en cuenta que las principales cualidades de la 500 Pantah residían en su cuadro y su motor, lo que Mengoli hizo en la Ducati 600 TT2 fue llevarlas un paso más allá. De esta forma, el chasis se redujo aún más de peso logrando dar en báscula tan sólo 7 kilos. Además, otros componentes como la horquilla delantera también se aligeraron utilizando en el proceso materiales como el magnesio. En lo referido a la llantas, se recurrió a la ayuda de Campagnolo para que fabricase unas en aleación ultraligera con 18 pulgadas en la trasera y otras de 16 en la delantera.
Una buena y ligera base para toda motocicleta de carreras, la cual sólo planteó problemas en lo relativo al tamaño. Y es que la Ducati 600 TT2 es tan compacta que los pilotos más altos tuvieron problemas para acoplarse. Respecto a la mecánica, ésta se basó en el motor de la 500 Pantah ascendiendo la cilindrada hasta los 587 cm3. De esta forma, la potencia se incrementaba desde los 45 CV a 9.050 revoluciones por minuto hasta los 78 CV a 10.500 revoluciones por minuto.
Dato por el cual se entiende el magnífico aullido de una Ducati 600 TT2 al galope, siendo una de las señas de identidad más claras en el modelo y la marca en general. Con estas prestaciones, los éxitos en competición no tardaron en llegar. Si la Pantah 500 ya había ganado un Tourist Trophy en la Isla de Man, la Ducati 600 TT2 se hizo con el mismo título quedando además ese mismo año otra unidad en segundo puesto. Además, Massimo Brocoli ganó el campeonato italiano con una TT2 justo antes de empezar a correr en el Campeonato Mundial de Motociclismo de 1982.
Siendo capaz de subir hasta las 10.500 vueltas, el motor de la Ducati 600 TT2 cuenta con uno de los sonidos más excitantes entre las motocicletas de su época
Tras esto, dos pilotos más ganaron sendos campeonatos italianos a bordo de unidades de la Ducati 600 T2. Demostrando que esta motocicleta desarrollada a partir del éxito de la 500 Pantah había logrado ser todo un éxito asentando la imagen clásica de Ducati. Una imagen donde las carreras son el fin último de la potencia y la ligereza puestas al servicio del motociclismo deportivo.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS