En el ámbito del diseño industrial existen diseños que, al estar bien hechos, pueden estirarse en el tiempo con multitud de modificaciones y versiones diferentes. En este sentido, el automovilismo nos da ejemplos muy ilustrativos como el del bloque Sierra de Renault o ciertos V8 de General Motors. No obstante, en el motociclismo también tenemos casos interesantes. Uno de ellos fue el del monocilíndrico diseñado en 1957 por Fabio Taglioni para Ducati, usado hasta los años ochenta para así dar muestras de una enorme elasticidad en su adaptación. No en vano, varió de cilindrada llegando hasta los 200 centímetros cúbicos. Los mismos que tiene nuestra protagonista de hoy: la Ducati-Mototrans Elite 200.
Pero vayamos por partes. Para empezar, hemos de comprender el impacto de aquel motor. Y es que, tras los duros años de la posguerra, Italia sacaba músculo a finales de los cincuenta con motocicletas turismo que ya dejaban atrás a los modestos velomotores. Por cierto, velomotores como el Cucciolo. Una creación tan modesta como esencial para Ducati, siendo ni más ni menos que la responsable de cimentar sus éxitos futuros tras haber abandonado las radios por las dos ruedas motorizadas. Así las cosas, en 1957 Taglioni dio en el clavo diseñando justo lo que la casa italiana necesitaba.
Un monocilíndrico de cuatro tiempos fácilmente modificable y transformable, base para toda una gama de monturas donde poder alternar las opciones deportivas con las turismo ofreciendo al mismo tiempo diversas cilindradas. Sin duda, un cimiento excepcional para llevar a Ducati hasta la plenitud interpretada durante los años sesenta. Algo que, claro está, tuvo su proyección en el mercado español. De esta manera, en 1958 se fundó Mototrans en Barcelona intuyendo el potencial que tendría fabricar bajo licencia aquellos modelos italianos.
Con su motor de cuatro tiempos y sus casi 200 centímetros cúbicos, esta motocicleta destacaba ampliamente en la España de comienzos de los sesenta
Ducati Elite 200, un tope de gama para el mercado español de los sesenta
Hacia 1959 Ducati-Mototrans ya tenía culminada una gama apropiada para el mercado español en la que, por cierto, aún no se estaban haciendo los gestos de autonomía que habría de llegar con la 24 Horas o la 350 Vento. No obstante, fueron muy valientes a la hora de traer aquí la fabricación de Ducati Elite 200. Monocilíndrica, sí. Pero al mismo tiempo con un ciclo de cuatro tiempos – muy raro en España más allá de Sanglas o algunas MV Agusta fabricadas por Avello como la Sella – y 200 CV.
Es decir, algo que en algunos países del entorno podría estar en una gama media pero, en la España que aún se estaba motorizando con el escueto SEAT 600, se englobaba entre las mejores opciones del panorama nacional. De hecho, cuando Mototrans echó a andar se adaptó el monocilíndrico de 175 centímetros cúbicos diseñado por Taglione a la cilindrada del octavo de litro porque, realmente, todo lo que excediera ésta se consideraba exclusivo y por tanto difícil de vender.
De todos modos, curiosamente la Ducati-Mototrans pasó a ser un éxito comercial. Es más, con diversas evoluciones – como la V5 de finales de los años sesenta – estuvo en producción hasta 1971. Más de una década y, de hecho, sólo dejando los concesionarios por haberse visto rebasada por las nuevas monturas con cuarto de litro.
Desde el depósito ergonómico hasta la respuesta de su motor o la posición del manillar, todo en ella destilaba un evidente poso deportivo
Además, sin contar su mecánica con 18 CV a 7.500 revoluciones por minuto, su diseño resultaba excepcional gracias a detalles como su depósito de combustible. Dotado de una forma ergonómica desarrollada por Bruno Spaggiari en las carreras. El cual, junto a los manillares situados a una altura ligeramente reducida, daban una posición más propia de una deportiva que de una turismo sin pretensiones. En suma, la Ducati-Mototrans Elite 200 llamaba muchísimo la atención en la España de los sesenta. Y para bien.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Hola, Bon dia. la Elite que aparece en primer lugar es mia. Me enorgullece verla en un reportaje de ella, pero me lo podíais haber advertido. De hecho, mi correo electrónico es la propia matricula de la moto. La verdad es que la quiero como a una hija, Seis años me ha costado acabarla y la verdad me ha quedado muy bonita. la foto es recién acabada, ahora está incluso mejorada.. Un saludo