Todos sabemos que la supremacía de las motos inglesas se vino abajo con la llegada de las motos japonesas. Hasta entonces, los británicos habían dominado pero tras muchos años sin casi evolucionar, el aire fresco llegado desde oriente las puso inmediatamente en jaque. No solo eran más ligeras, potentes y manejables, es que además era más fiables. Y uno de esas recién llegadas fue la Honda CB 72 Super Sport, un modelo que ofrecía al público tecnologías que hasta entonces solo se habían visto en competición.
Estamos a principios de los años 60. No hacía ni tres años que Honda había presentado su primer bicilíndrico, el cual instaló en la Honda C 70. Desde ese preciso momento, la marca japonesa dejó claro que no iba a ser simplemente “una marca de motos más”. Y a la hora de lanzar la CB 72, considerada en su época como una moto deportiva con grandes dotes incluso para correr con ella, se vio claramente de lo que eran capaces de hacer. Y también de cómo trasladaban sus genes deportivos de las máquinas de carreras, como la Honda CR71.
Tomando el bicilíndrico inclinado hacia delante de la C 72 (y de la CA 72) que cubicaba 273 cc (54×54 mm), y contaba con refrigeración por aire además de una distribución OHC accionada por cadena, Honda mejoró algunos elementos. Por ejemplo, la lubricación pasó a ser por cárter húmedo, el cigüeñal presentaba un calado a 180º y el embrague que estaba en el extremo del cigüeñal, paso a estar en una la ubicación estándar hoy y que no es otra que en eje principal de la caja de cambios. Esta era de cuatro velocidades. Incluía además otras novedades, como una instalación eléctrica a 12 V o un arranque eléctrico (y de patada, hacia adelante).
Alimentada por dos carburadores de 22 mm, la potencia declarada era de aproximadamente 24 CV a 9.000 vueltas. El par máximo era de 20,2 Nm a 7.500 RPM. Huelga decir que desde el punto de vista de los fabricantes británicos, que un motor fuese capaz de girar por encima de las 9.000 vueltas sin ver aparecer una biela por el costado era casi brujería. Pero es que al mismo tiempo, se trataba de una moto ligera que daba 153 kg en vacío, 167 kg con los llenos (depósito de 14 litros).
Otra novedad fue el chasis. Hasta ese momento, Honda usaba chasis de chapa estampada pero para la Honda CB 72 Super Sport, desarrolló un chasis tubular mucho más rígido que permitía unas mejores prestaciones y un feedback al piloto mucho mejor. Si a esto unimos la horquilla telescópica, el doble amortiguador trasero o los frenos de tambor de generosas dimensiones, además de una velocidad punta de 155 km/h, no es de extrañar que de repente estos modelos empezaran a causas furor en el aparcamiento del Ace Cafe de Londres.
Otra interesante novedad que introdujo la marca del ala, y que hasta entonces no se estilaba demasiado, fue un completo cuadro de relojes incrustado en el faro. No solo ofrecía velocímetro sino que también había espacio para un tacómetro, en una curiosa disposición en la que una se movía de la parte de abajo a arriba por la izquierda, y la otra por la derecha. El odómetro también presentaba una ubicación poco utilizada, y es que marcaba la distancia con los dígitos en vertical. Posteriormente se modificó a un diseño quizás no tan espectacular.
La Honda CB 72 Super Sport estuvo a la venta desde principios de los años 60 hasta aproximadamente 1968. Paralelamente, Honda también puso a la venta la CB 77 Super Hawk, de idéntico concepto pero con un motor de 305 cc y mayor potencia. Además de a Europa, fue un modelo que también estuvo a la venta en Estados Unidos.
Fotos: Classic-Motorcycle
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS