La Honda CB 500X vió la luz hace unos pocos años, en 2013. La gama CB 500 fue la respuesta de los japoneses a las peticiones del mercado que, tras la crisis económica mundial, estaba demandando vehículos de dos ruedas más racionales, de costes contenidos y con una gran relación calidad precio.

Para satisfacer estas exigencias Honda  creó un solo diseñó y a raíz de ahí, vendió tres modelos diferentes con el fin de reducir aún más los costes. Así, está la CB 500F (naked), la CBR 500R (deportiva) y la CB 500X -la que nos ocupa hoy- que es una moto SUV o trail asfáltica.

En 2016 llegó la primera actualización del modelo, que intentó dejar un poco atrás su pasado de moto económica. En este año se  incluyó la iluminación LED y también se revisó el motor y la caja de cambios para conseguir un funcionamiento más fino.

La Honda CB 500X es una moto de planteamiento modesto. Aquí lo importante era ofrecer un buen producto a un precio lo más ajustado posible. La parte ciclo cumple, pero no incorpora soluciones novedosas ni componentes de alta calidad. La suspensión de ambos ejes es bastante sencilla. Para el equipo de frenado se recurre a un disco delantero de 320 mm mordido por una pinza de dos pistones. La moto frena, pero un segundo disco en la rueda delantera no habría venido nada mal.

La mejor parte del modelo, sin duda, es su motor. El propulsor es de nueva factura y se diseñó ex profeso para la gama CB 500. Es un bicilíndrico en linea de 500 cm³, refrigeración líquida y ocho válvulas. Da 47 CV a 8.500 vueltas. Es un motor batante alegre y lleno en todo el rango de revoluciones. Está asociado a una caja de cambios de 6 velocidades.

Lo mejor de este motor es el apartado “económico”. Consume muy poquito. La Honda CB 500X se conforma con beber 3,5 litros de caldo cada 100 Km. Nada mal para la potencia y peso que tiene. El mantenimiento del motor es otro de sus puntos positivos. Resulta muy económico ya que las revisiones son cada 12.000 Km, lo cual es mucho para un vehículo de dos ruedas.

De entre las tes hermanas, en mi opinión la CB 500X es la mejor de ellas puesto que es la más completa y polivalente. La naked es inastisfactoria en carretera puesto que no tiene protección aerodinámica, y la deportiva es algo más incómoda por postura. La trail sin embargo toca todos los palos: es una buena urbana muy económica, se puede viajar bien con ella, y además es igual de divertida que las otras dos en carreteras de curvas.

Al principio de esta entrada os comentaba que se trata de una trail asfáltica o una moto SUV. En Honda anduvieron finos con este tema. Al igual que ha pasado en el mundo de las cuatro ruedas, los ingenieros japoneses vieron que había un hueco en el mercado compuesto por compradores que quieren una estética de moto aventurera y todo terreno, capaz de dar la vuelta al mundo, pero que luego no necesitan capacidades off-road. De hecho, incluirlas sería un lastre para el resto de situaciones de conducción. Así es como nació la CB 500X.

No me mal interpretéis. Me encanta este modelo. Me parece una propuesta acertadísima para la licencia A2, pero simplemente comento esto para que nadie se lleve a engaño. Si estuviésemos hablando de un vehículo campero, tendría llantas de radios y con 19 pulgadas en la rueda delanera, amén de unas suspensiones de mayor recorrido.

En resumidas cuentas, la CB 500X es una moto muy polivalente, pero siempre sobre el asfalto. Es una de esas motos agradecidas que siempre se portan bien contigo sin vaciarte la cartera. Al menos una vez que la compras ya que no son baratas precisamente. Puedes hacerte con una nueva de concesionario por 6.400 euros, o si lo prefieres, de segunda mano arrancan en unos 4.500. Si podéis conseguir una unidad posterior a 2016 mucho mejor, puesto que arreglaron ciertos problemas de finura en la caja de cambios.