A tenor de unos bocetos que han salido a la luz, parece que Honda está intentando patentar un nuevo modelo con un motor de seis cilindros en linea. El cerebro de muchos de vosotros ya habrá hecho la asociación pertinente: los japoneses ya fabricaron una moto de estas características a finales de los años setenta: la Honda CBX 1000.

En una época en que lo retro está de moda y las reediciones de viejas glorias se encuentran a la orden del día, no sería nada descabellado pensar que Honda va en serio con este modelo. En el boceto se atisba una moto con una clara estética retro. El faro circular así como su cúpula y el colín de lineas rendondeadas nos trasladan a hace 40 años. Los tubos de escape tienen gran protagonismo: son seis, tres por cada lado, para que así a nadie se le escape que estamos ante una moto muy especial.

Sin embargo, este diseño junta lo antiguo con lo vanguardista ya que también se puede ver una horquilla invertida y pinzas de freno de anclaje radial. El motor también hace un guiño al pasado: el bloque tiene aletines para la refrigeración, aunque si nos fijamos mas en detalle, es un propulsor refrigerado por agua puesto que monta un radiador de agua en el frontal.

Si los japoneses siguen con sus planes, lo mismo vemos un prototipo real de este modelo en el próximo salón de Milán o de Tokio y quizá llegue a los concesionarios en unos pocos años, aunque esto ultimo es suponer demasiado.

Honda CBX 1000

La Honda CBX 1000 original estuvo a la venta entre 1978 y 1982. De ella se vendieron unas 40.000 unidades y fue uno de esos modelos con aura que los fabricantes diseñan para demostrar todo su potencial técnico y de lo que son capaces de conseguir.

Aquella moto era todo un alarde con su seis cilindros en linea y su culata de 24 válvulas. Alcanzaba los 100 CV de potencia a 9.000 vueltas, nada mal para un motor que estaba refrigerado por aire. Miedo me da pensar en el pobre mecánico que tuviese que sincronizar esa bancada de seis carburadores.

Personalmente opino que estas mecánicas no tienen mucho sentido práctico en un vehículo de dos ruedas.  Los inconvenientes superan con mucho a las ventajas, que en esencia se pueden resumir en tener una moto con una mecánica muy exclusiva y diferente al resto de propuestas que ofrece el mercado.

Con tantos cilindros, el motor “rebosa” por ambos lados de la motocicleta

Los inconvenientes son varios. El peso de estos propulsores es superior al de otras configuraciones. La anchura es otro inconveniente ya que penaliza la agilidad del vehículo, que incluso puede llegar a tocar con el motor en el asfalto si el piloto tumba demasiado la moto en curvas.

A parte de eso son motores más complejos mecánicamente, más caros de construir y con un consumo de combustible mayor. La ventaja de tener tantos cilindros es que la cilindrada unitaria es reducida lo cual permite regimenes de giro más elevados. Hablando en cristiano: estos motores pueden alcanzar más revoluciones y por lo tanto dar más potencia que otros de similar cilindrada.

El problema es que en los tiempos que corren, las normativas anti contaminacion están aprentando duro a los fabricantes de motos. El los últimos años la industria está optando por ofrecer modelos que alcanzan menos revoluciones, por lo que tienen que aumentar la cilindrada para mantener las prestaciones. Hoy en día la tendencia es a tener menos y no más. Las propuestas de dos y tres cilindros están a la orden del día.

De todas formas,todo esto da igual ya que el tipo de cliente al que estan dirigidos estos modelos lo que busca es exclusividad y unas sensaciones diferentes a lo que ha probado hasta el momento. Actualmente, la única moto que monta un propulsor de estas características es la BMW K1600. Ojalá Honda se anime a sacar algo parecido. Al final, que haya diversidad en el mundo del motor es algo que nos beneficia a todos. Así siempre podremos probar cosas nuevas.