La elegida de hoy supuso el inicio de una nueva era para su fabricante. La Honda CBR 125R llegó en el año 2004 para sustituir a todo un icono de las 125 marchosas como era la Honda NSR 125. Esta moto supuso el abandono de Honda de los motores de dos tiempos para volcarse de lleno en el desarrollo de mecánicas con válvulas.
De hecho ese fue uno de los principales problemas que tuvo la moto: había que explicar al público que estábamos ante un producto nuevo y diferente. Las 125 2T eran motos bastante bestias y radicales pese a su pequeña cilindrada. Cuando Honda presentó la CBR 125R el concepto era totalmente distinto y el público objetivo al que estaba destinada esa moto también era diferente. No estamos hablando de una sucesora “natural” sino un cambio de paradigma, una nueva forma de hacer las cosas.
La Honda CBR 125 R de primera generación estuvo a la venta de 2004 a 2012. Tuvo un restyling en 2007 en el que se cambió levente las ópticas del frontal y el motor recibió la inyección electrónica para poder cumplir con la norma Euro 3. El motor es un monocilíndrico refrigerado por agua que da 13 CV y esa es la principal diferencia respecto a su predecesora, la cual rozaba los 30 CV.
Mientras que la NSR era una auténtica moto deportiva ligera de iniciación que incluso te podía dar más de un susto en carreteras ratoneras, la Honda CBR 125R siempre ha sido una moto de corte urbano y utilitario pero con un traje de fiesta. Las herederas naturales de aquellas 125 2T deportivas son estas nuevas motos de 300-400 cm³ que se están popularizando hoy en día como la KTM Duke 390, la Yamaha YZF-R3 o la Kawasaki Ninja 400.
Volviendo a la Honda CBR 125R, el concepto es muy válido. Es una moto con grandes virtudes, pero no como deportiva, donde los 13 CV son insuficientes para que la conducción resulte divertida en tu carretera de curvas favorita. Su zona de confort es la ciudad. La CBR 125R pesa tan solo 115 kg. Además, es una moto baja y estrecha, por lo que es ideal para iniciarte en el mundo de las dos ruedas. A parte de eso, tiene un consumo de gasolina de risa, pudiendo hacer medias de 2,5 l/100 km. El mantenimiento, por otra parte, es sencillo y económico.
Estéticamente parece una versión a escala de las CBR grandes y ese es otro problema. Cuando miras la CBR 125R ves que es una moto pequeña, casi de juguete, con unos neumáticos que parecen de bicicleta de lo finos que son. Y eso es bueno porque estamos hablando de una 125. Cuanto más pequeña y ligera sea la moto, más manejable y mejores prestaciones tendrá, ya que la potencia es limitada. El problema es que a algunos moteros les gusta aparentar y presumir de moto y eso es algo que dificilmente puede hacerse con la CBR125R.
Gracias al diseño minimalista y racional de Honda, la moto tiene unas prestaciones muy dignas para ser una 125. La velocidad punta puede rozar los 130 km/h de marcador en condiciones favorables, y la agilidad y aceleración del modelo es de lo mejor que te puedes encontrar en las 125. En ciudad la moto va muy bien, es la utilitaria perfecta. En carreteras secundarias y autovías hace el trabajo. Te puede llevar al fin del mundo, pero siempre a 90-100 km/h que es su velocidad óptima de crucero. La caja de seis relaciones ayuda a desestresar el motor en estas circunstancias.
Hoy en día se pueden encontrar unidades por algo menos de 1.000 euros de la primera serie. Si optas por la versión de inyección habrá que sumarle unos 400 euros a esa cifra. Si tienes el carnet B convalidado y buscas una moto para el día a día es una opción muy a tener en cuenta. Te llevas una moto ideal para aprender y con mucha calidad de construcción por un puñado de euros.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS