A principios de los años 80 un tipo de vehículo causó furor. Se trataban de los ATV de tres ruedas. Demostraron ser muy divertidos, pero también asesinos en potencia, ya que causaron no pocos accidentes a sus propietarios. Debido a ello las marcas empezaron a experimentar con una rueda más, apareciendo así los conocidos quad. Pero durante un breve espacio de tiempo también desarrollaron unas motos muy particulares, como la que hoy os vamos a presentar: la Honda TR 200 Fat Cat.
Prácticamente todas las marcas japonesas tuvieron motos de este tipo, las cuáles son difíciles de definir con una sola palabra. ¿Fun Bike? Podría ser lo más acierta, porque estaban pensados para divertirse y, también, poder circular por cualquier tipo de terreno, incluida la difícil arena.

Una de las más conocidas y de mayor éxito ha sido la Yamaha TW 200. Honda no quiso quedarse atrás en esta moda y desarrolló la TR 200 apodada cariñosamente como Fat Cat. Lo cierto es que da la impresión de que el gigante japonés hizo la moto de una forma un tanto apurada a la vista de las críticas que recibió durante los dos años que estuvo en comercialización, entre 1986 y 1987.
Su parecido con el trike Honda ATC 200 X es innegable (de la que os mostramos una foto), con la diferencia de que amputaron una de las ruedas traseras. E incluso el motor era el mismo, pero rebajado ligeramente de potencia. Se trataba de un propulsor de 199 cc y cuatro tiempos refrigerado por aire. ¿Potencia? Desconocida, pero suficiente para competir por lo menos con el cohete Saturno debido a la mala leche que tenían estos vehículos.
Como moto pensada para pilotar de forma fácil, contaba con una caja de cambios de cinco velocidades accionada por un embrague automático. Delante montaba una horquilla invertida y detrás un monoamortiguador sobre un brazo oscilante. Lo más llamativo son los neumáticos de gran balón montados en llantas de 8 pulgadas y enormes gargantas de más de 23″. El peso no era demasiado elevado, de unos 120 kg, y el depósito de combustible de algo más de 7 litros de capacidad.
Como decíamos, las pruebas que en su momento hizo la prensa especializada no dejó en buen lugar a la Honda TR 200 Fat Cat. Con una suspensión rebotona, un embrague automático que no permitía picar embrague a la salida de las curvas y una puesta a punto más pensado para el ocio que para ir rápido, estaba en una posición muy inferior a la Yamaha. Podéis leer una prueba de aquel entonces en este enlace, en el que Dirt Bike Magazine enfrentaba a los dos modelos.
Curiosamente, el que sólo se hubiese comercializado durante dos años ha hecho que con el paso de los años, la TR 200 sea más buscada que la TW 200. Aquí es prácticamente imposible encontrar una unidad aunque en Estados Unidos son mucho más comunes, pero no baratas.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS