La Horex Imperator 400 comenzó su andadura comercial en 1955, aunque fue una vida muy corta, pues en 1957 cesó su producción. No obstante, también es necesario comentar que poco después, en 1959, Horex cerró sus puertas y puso fin a una historia que comenzó en 1923, después de que Daimler-Benz se hiciera con su control y la cerrara al no tener ningún interés en fabricar motocicletas.
Horex Fahrzeugbau AG, ese era el nombre oficialmente registrado para la empresa, fundada por Fritz Kleeman en Dab Homburg. El nombre de Horex era una combinación del Homburg y Rex –rey en latín–, pues, como cabe esperar, Kleeman pretendía ofrecer las mejores motocicletas de Alemania. Objetivo que, por lo general, suelen tener todos, aunque pocos llegan a lograrlo.
Entre las curiosidades de Horex, podemos comentar que comenzó su actividad comercial usando motores Columbus de 250 centímetros cúbicos –cuatro tiempos– y en ocasiones de mayor tamaño. Actividad que se vio duramente afectada por la guerra, ya que las instalaciones de Horex fueron destruidas en gran parte, aunque no impidió que cuando acabara la contienda la marca volviera a fabricar motocicletas.
Fue con el modelo Regina el que permitió que la empresa, después de mucho trabajar, lograra establecer un ritmo estable, con fuertes cimientos y argumentos más que buenos para los usuarios. Se ofrecía con motores de 250, 350 y 400 centímetros cúbicos y fue un éxito de ventas, así que Horex la tomó como base para un nuevo modelo: la Imperator 400.

La Horex Imperator 400 llegó al mercado como un nuevo revulsivo, un modelo que permitiría, en teoría, un paso adelante en ventas y en imagen frente al público. La idea era que La Imperator fuera algo así como una “segunda Regina”.
Aunque de origen alemán, el diseño de la Horex Imperator 400 tenía mucho de británico. El motor tenía un dos cilindros, pero visto de lado parecía tener solo uno colocado en posición vertical, bajo un depósito con forma de lágrima, dentro de un chasis de tipo doble cuna. El faro, con carcasa cromada, era bastante grande y destacaba en el frontal, donde una horquilla convencional con fuelles se encargada de la rueda delanatera. Atrás, un asiento biplaza partido, tapas cromadas bajo las posaderas del conductor y un sencillo basculante de tubo con dos amortiguadores completaban la estampa y la parte técnica de una moto que podría haber triunfado en el mercado.
El motor era una máquina a la altura de la época. El motor, refrigerado por aire, rendía 26 CV a 6.790 revoluciones y combinado con un cambio manual de cuatro relaciones, podía lanzar la montura hasta los 135 km/h.
Realmente, la Horex Imperator iba a tener un motor de 500 centímetros cúbicos, pero tuvieron muchos problemas con el desarrollo –se dice que superaba las capacidades del departamento de pruebas– y finalmente, en contra de las recomendaciones del ingeniero jefe –Rudolf Gunkel–, se redujo el cubicaje a 400 centímetros cúbicos, aunque el cambio traía consigo menos impuestos que si hubiera sido “una 500”.
La Horex Imperator 400 no pudo detener la caída de ventas de la marca y al final de la vida comercial del modelo, se llegó a un acuerdo con Zündapp, marca que pasó a fabricar la Imperator como Zündapp Citation, que se vendió en Estados Unidos con un manillar elevado y un motor de 450 centímetros cúbicos.

Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS