Si hablamos de modelos scooter no podemos pasar por alto la importancia de Italia. Un país donde marcas como Vespa o Lambretta moldearon la imagen de estas monturas urbanas hasta el punto de convertirse en elementos indispensables para la cultura popular del momento. No obstante, lo cierto es que hubo más protagonistas participando de este fenómeno. De hecho, atraídas por la posibilidad de negocio algunas empresas cambiaron de actividad principal abrazando la fabricación de ciclomotores, motocicletas y scooter destinados a la venta masiva. Una de ellas fue la originalmente fundada como Isotermos, de la cual hubo una filial en España responsable de lanzar el Iso Scooter 125 de 1952. Una historia con curiosos cambios de rumbo que, por tanto, será mejor contar por partes.

Así las cosas, debemos trasladarnos a la Italia de los años treinta. Lugar y momento en el que se funda la empresa Isotermos bajo la idea de producir radiadores y frigoríficos. Sin embargo, con la Segunda Guerra Mundial ya comenzada entró al ámbito automotriz gracias al sector de los tranvías. De esta manera, empezaba a formarse una pluralidad de actividades con la que pudo reposicionarse mejor durante la dura posguerra italiana. Época en la que, como Ducati – la cual venía de fabricar componentes de radiodifusión – , Isotermos cambió de ocupación para dedicarse a la fabricación de pequeños motores motores y ciclomotores.

De hecho, en 1948 lanzó su primera creación asequible para la motorización de las masas. El Furetto. Un polémico scooter fabricado bajo licencia, bastante difícil de mirar además de ser escasamente potente incluso para los simples requerimientos del día a día en la ciudad. No obstante, la rebautizada como Iso Motors reaccionó presentando varios motocarros así como una nueva y más depurada montura urbana conocida como Iso Scooter. Caracterizada por su peculiar carenado, este diseño con 125 centímetros cúbicos daba posibilidad de transporte a dos adultos por muy poco dinero. Justo las coordenadas comerciales necesarias de cara a vender una motocicleta en el mercado español, protagonista de un notorio crecimiento económico tras los duros años de la postguerra y la autarquía.

En la España de los cincuenta los pactos de fabricación bajo licencia italiana fueron especialmente comunes en lo relativo a las motocicletas

Iso Scooter 125, el scooter de Carabanchel

A comienzos de los años cincuenta la España de Franco iba asentando los cimientos del desarrollismo visto después de los Planes de Estabilización de 1959. Además, desde que en 1953 se firmasen los primeros tratados con los Estados Unidos, el régimen iba abriendo su entramado productivo a la inversión extranjera dejando a un lado el nacionalismo autárquico de Falange para abrazar el liberalismo económico de los tecnócratas. De esta manera, fue bastante habitual contemplar la fundación de empresas que fabricaban bajo licencia extranjera. Una forma de hacer las cosas patrocinada por el propio gobierno gracias a la fundación de SEAT y sus pactos con FIAT.

Bajo este contexto, en 1952 se fundó ISO Motor Italia S.A. Otra de las fábricas motociclistas ideadas para trabajar bajo licencias italianas – caso muy habitual en la España de la época, participando desde Guzzi hasta Lambretta pasando por Ducati – , esta vez enclavada en el madrileño y popular barrio de Carabanchel. Lugar del cual salieron las primeras Iso Scooter 125 junto a una gama de motocarros que, posteriormente, fue sumando motocicletas turismo como la ISO GT a finales de la década.

Dotada de una horquilla telescópica en la suspensión delantera – algo poco común en los scooter populares vendidos en la España del momento – , la Iso Scooter 125 se presentó como una de las motocicletas urbanas más depuradas del mercado. Además, aunque su motor de dos tiempos no entregaba demasiada potencia sí gozaba de una excelente fiabilidad. Todo ello con una refrigeración bien resuelta, no como en el caso del mencionado Furetto, el cual dio no pocos recalentamientos a los escasos italianos que lo adquirieron a finales de los años cuarenta.

Justo el año en que salió al mercado desde la cadena de montaje en Carabanchel, este scooter vio cómo empezaba la producción de las Vespas madrileñas. Una competencia muy dura

No obstante, a pesar de ser una opción interesante la Iso Scooter 125 logró mucha menos repercusión que la competencia. No en vano, justo el mismo año en el que se funda ISO Motor Italia S.A también lo hace Moto Vespa S.A bajo el patrocinio de altas instancias gubernamentales y la financiación del Banco Urquijo. Además, los diseños llegados desde la central italiana de Iso Motors – rebautizada en 1953 como Iso Autoveicoli – van más encaminados a crear gama en el sector automovilístico. Un cúmulo de circunstancias que, en 1956, pone fin a la fabricación del Iso Scooter 125 así como todas las máquinas con dos ruedas diseñadas por la marca.