Moto del día: KTM Duke 200

Moto del día: KTM Duke 200

La archiduquesa de iniciación


Tiempo de lectura: 3 min.

Hoy toca hablar de la KTM Duke 200, una naked de aspiraciones deportivas contenidas en un frasco pequeño. El modelo comenzó a venderse en 2012, fruto de la unión de la firma naranja con el fabricante indio Badjad, cuyo último fin era el de ampliar su catálogo de motocicletas hacia las gamas inferiores y más asequibles, segmento que estaba en auge por aquel entonces.

El modelo compartía la mayoría de sus componentes y de su ingeniería con la KTM Duke 125 y la Duke 390. Las principales diferencias entre las tres motos se localizan en el propulsor y en el equipo de frenado, siendo el resto de sus partes idénticas o cuanto menos muy similares. Lo que más llama la atención de esta moto es el propulsor, por su singular cilindrada y planteamiento. Por estos lares es súmamente complicado dar con modelos de 200 cm3. La norma hace unos años aquí eran los 250 cm3 y casi siempre con un planteamiento tranquilo y de bajas prestaciones.

La Duke 200, como siempre pasa con KTM, nos ofrece un motor muy marchoso y con una gran relación potencia/cilindrada. Estos 200 cm3 erogan una potencia de 26 CV, que definitivamente marcan la diferencia respecto a su hermana de octavo de litro -casi la duplica-. El motor empuja bien en todo el rango de revoluciones, aunque como buen monocilíndrico apretado de baja cilindrada, donde más le gusta jugar es en la zona alta. Para conseguir esto último la KTM Duke 200 cuenta con unas relaciones de cambio tirando a cortas que nos ayudarán a sacarle todo el jugo al propulsor.

KTM Duke 200 2

La parte ciclo es intachable, algo que no nos sorprende en la casa alpina. El bastidor es de entramado de tubos de acero, o tipo trellis, mientras que el basculante está construido en aluminio. La horquilla delantera es de tipo invertido de 43 mm de diámetro y está firmada por WP, al igual que el amortiguador trasero. En lineas generales es un conjunto muy dinámico y que invita a pasártelo bien en carreteras reviradas.

El problema que tiene esta moto es el mismo del que adolece su hermana pequeña, aunque esta última en mayor grado. Es mucho pan para tan poco chorizo. El bastidor y la parte ciclo son sensacionales y podrían aguantar mucho más caballaje. Hemos de pensar que la Duke 390 con una parte ciclo casi idéntica es capaz de lidiar con sus 44 CV. Al final te quedas con una sensación de desequilibrio y de que te falta algo más al conducirla.

KTM Duke 200 3

La velocidad punta está un poco lastrada por las marchas tan cortas y se sitúa en unos correctos 140 km/h, mientras que su consumo apenas supera los 3 l/100 km. En lineas generales es una moto muy interesante para la gente que busca un vehículo marchoso para ciudad y recorridos de rutina, y además te puede hacer un apaño en rutas por carreteras, especialmente por zonas reviradas y puertos de montaña. Sin embargo, para viajar largas distancias por carreteras muy rectas no es lo más recomendable.

El principal problema de esta moto es que está en tierra de nadie. Para conducirla hace falta el carné A2 como poco, y cuando alguien tiene este permiso es raro que vaya a comprarse una moto de tan poca cilindrada. Es por ello que en nuestro país este modelo no ha tenido mucha repercusión, mientras que su hermana mayor de 390 cm3 tiene mucho más sentido.

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Sobre mí

Gonzalo Lara Camarón

Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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