Tras la derrota de Japón, el país se encontraba sumido en la pobreza. Era necesario reconstruirlo desde sus cimientos, y fueron varios los vehículos que ayudaron a hacer que el país se convirtiese en una potencia mundial. Uno de ellos fue el Mitsubishi Silver Pigeon C-10, que como todos los vehículos pioneros, cuenta con una curiosa historia. Concebido en Estados Unidos y mejorado en Japón, volvió al país americano para ser vendido de nuevo.
Como habréis podido adivinar por el nombre, el Silver Pigeon (traducido como “paloma plateada”) fue desarrollado por Mitsubishi. Como estamos hablando de 1946, realmente deberíamos decir que fue construido por Central Japan Heavy Industries Nagoya Works, nombre que por aquel entonces tenía la compañía japonesa.
Se cuenta que Kojiro Maruyama, ingeniero de General Motors, regresó a Japón con un scooter que había adquirido en Estados Unidos. Se trataba del Motor Glide, desarrollado por Foster Salsbury a mediados de los años 30, y que tuvo un gran éxito. Para la gente de Mitsubishi, el vehículo causó un gran impacto y por ello decidieron contratar a Kojiro, quien pasó a desarrollar su propia versión. De esta forma nacería el Mitsubishi Silver Pigeon C-10.
El primer prototipo estuvo listo en 1946. Al contrario que el Motor Glide, no equipaba un motor de dos tiempos sino de cuatro. Las referencias hablan de que el motor era una copia del conocido propulsor Husky, el cual se usaba en el Cushman Auto-Glide, considerado uno de los primeros scooter americanos y que data de finales de los años 30.
El código del motor era el NE10. NE es el acrónimo de Nagoya Engine, pues fue el primero motor desarrollado en la fábrica de Nagoya. Se trataba de un motor monocilíndrico, 112 cc (57×44 mm), válvulas laterales, refrigeración por aire y una potencia máxima de 1,5 CV a 3.500 vueltas. Con un peso de 70 kg, era capaz de alcanzar los 50 km/h. Entre 1946 y 1948 se vendieron un total de 710 unidades.
En 1948, el Mitsubishi Silver Pigeon C-10 fue presentado a la Familia Imperial Japonesa. Para ello hicieron una versión especial, adornada con el símbolo del crisantemos real en los laterales. Con el visto bueno se desarrolló la siguiente versión, denominada C-11 (septiembre de 1948), y también el C-12 (octubre del 48). En 1949, ambas versiones acumulaban unas ventas de 1.622 y 2.164 unidades, respectivamente.
A medida que pasaban los años se fueron sucediendo más variaciones, con motores cada vez más grandes y más potentes. Así llegamos a 1958, momento en el cual el Mitsubishi Silver Pigeon “vuelve” a Estados Unidos, importado por Rockford Scooter Company (Illinois). El presidente de la compañía, C. Lewis Emery, ya tenía muy buena relación con Montgomery Ward, quien ya vendía las máquinas de coser japonesas que también importaba.
De esta forma, Emery le ofreció a Montgomery vender los Silver Pigeon, a lo que él accedió. Acabaría vendiendo multitud de motos de diferentes marcas, renombradas bajo la denominación Riverside. En total, la Rockford Scooter Company importaría a USA seis modelos diferentes, desde el C-74 al C-90.
Eso sí, para que fuesen comercialmente más atractivos, Montgomery tenía mejor visión comercial que Lewis Emery (que simplemente las llamaba Silver Pigeon). Para ello le dio nombres mucho más exóticos como “Miami”, “Nassau”, “Commuter” o “Waikiki”.
El Silver Pigeon estuvo a la venta nada menos que hasta 1963, y como os podéis imaginar, en un montón de versiones. Las primeras como el Mitsubishi Silver Pigeon C-10 solo tenían freno de tambor trasero, luces básicas, llantas de siete pulgadas o una transmisión directa. Luego vendrían sistema de variador continuo, mayores lujos, frenos delantero, suspensión por resortes, etc.
La importancia del Mitsubishi Silver Pigeon C-10 fue tal, que se ha ganado el derecho de aparecer como uno de los 240 hitos de la tecnología automotriz japonesa.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS