La Moto Guzzi 1000 S es una motocicleta bastante desconocida y motivos hay para ello, aunque no para olvidarla. Se vendieron muy pocas unidades, solo 1.250 unidades, y no porque fuera mala moto –caprichos de máquina italiana de los 80 aparte… –, si no porque su concepto no terminó de cuajar y resultó un producto adelantado a su tiempo. No obstante, según otras fuentes, como la “Biblia Moto Guzzi Sport & Le Mans” de Ian Faloon, se fabricaron un total de 1.360 unidades.
El número de unidades producidas es un tema a debate siempre que se habla de máquinas antiguas y de marcas italianas, las cuales, parecen tener un control de la producción bastante laxo. Sin embargo, el número más correcto parece ser el de 1.360 unidades, ya que se usaban números de chasis diferentes para las motos que se vendían en Estados Unidos y, por tanto, no siempre se contabilizan.
De todas formas, y de regreso al comienzo, la falta de éxito de la Moto Guzzi 1000 S tiene que ver con su concepto: una motocicleta de aspecto y talante retro, pero con tecnología de moto deportiva de la época. En pleno Siglo XXI la moto tendría una enorme legión de seguidores, como ocurre, por ejemplo, con la Guzzi V7, pero en su época no gustaba tanto lo retro, o al menos no gustaba cuando se lanzó al mercado, porque pocos años después, la moda de las motos de diseño “vintage” se disparó.

La creación de la Guzzi 1000 S surgió a petición del, por entonces, importador alemán A&G Motorrad, quién ya había solicitado la creación de la Moto Guzzi Mille GT con cierto éxito. La moto se presentó en el salón de Milán de 1989 y, explicado de forma sencilla y rápida, se inspiraba en el diseño de la Guzzi 750 S3 de 1975, sobre chasis y propulsor de la Guzzi Le Mans 1000 que saldría a la venta en 1990. Sin embargo, a pesar de su corta producción –de 1990 a 1993–, la moto contó con dos series y, según parece, ninguna era exactamente igual a otra, pues Guzzi, en ocasiones, usaba lo que tenía a mano en el almacén para fabricar las motos.
Así, las dos series se pueden distinguir, principalmente, por el motor. La primera montaba el motor “portente” de la Le Mans 1000, con 81 CV, mientras que la segunda serie montó dos motores. Durante la primera parte de su producción montó el mismo motor de la primera serie, pero durante la segunda parte montó el propulsor que usaban las motos destinadas a Estados Unidis –código SPIII/California-III–, que rendía 71 CV
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS