En motociclismo el tamaño importa, y mucho. Protágoras dijo una vez que el hombre es la medida de todas las cosas. La Ohvale GP-0 es, respecto a un jinete estándar, una moto deportiva a escala. Como afirman sus creadores, no hay que confundirla ni con una moto de juguete, ni con una pit bike, ni con una minimoto. Hay pilotos profesionales que usan estas motos para entrenar fuera de temporada.
Los orígenes del proyecto se remontan a antes de 2013. Valerio Da Lio decidió liarse la manta a la cabeza y crear una moto de competición en miniatura después de acumular “solo” tres décadas de experiencia en el motociclismo. Se alió con alguna que otra institución, como el ingeniero Mariano Fioravanzo, que ha trabajado para Aprilia.
La Ohvale GP-0 es, en realidad, una gama de motos, porque hay distintas versiones. Ninguna es matriculable, pero sirven para niveles de experiencia muy distintos en circuito. Una de las gracias de su reducida escala es que para correr con ellas no hay que tener un bolsillo especialmente profundo, hasta caben dentro de un coche compacto en el maletero o abatiendo asientos. De ahí lo de pequeñita, pero matona.
Los que venís del mundo de las cuatro ruedas podéis aceptar este símil, no es lo mismo meterse a tandas de circuito con un coche realmente preparado para correr, que unas tandas con karts de 125 o más centímetros cúbicos. A nivel de costes no tiene nada que ver. Esto es lo mismo, pero en dos ruedas. También sirve para que los pilotos más jóvenes aprendan a llevar una moto en circuito -ya en plan serio-.
Los motores son monocilíndricos de cuatro tiempos, dos o cuatro válvulas, y refrigerados por aire. Rinden entre 8 y 25 CV (peso/potencia de 8 a 2,7 kg/CV)
La Ohvale GP-0 de acceso es la 110 automatic con arranque eléctrico, la más fácil de conducir y con una modesta potencia de 8 CV. Hay scooters rodando con especificaciones así, pero esto es otra cosa. Con el mismo motor se puede optar a un cambio manual, la 110 gear, ya con arranque a patada. Hay otras dos cilindradas superiores, 160 gear y 190 gear, que vienen siempre con cambio manual. Hay un modelo superior en edición limitada, la 212 limited.
A diferencia de productos “waltrapa nisupu” asiáticos, estas motos de talla XS tienen componentes de calidad y de fabricación europea. Hay perlas como el chasis tubular (uno de verdad) de acero de alta resistencia, horquilla invertida con barras de 33 mm, monoamortiguador trasero totalmente ajustable con botella de gas separada (piggy back), llantas de 10″ de tres palos, freno de disco delantero de 180 mm con pinza radial de cuatro pistones y disco trasero de 155 mm y pinza de doble pistón. Por cierto, el sistema de frenado es de Formula, un especialista italiano en su campo.
El escape es de Arrow, fabricado en titanio y fibra de carbono, y con una limitación a 92 dB para no molestar a los que no sabían que iban a vivir cerca de un circuito. Aunque las ruedas son baratas, no hay mucho donde elegir, ya que es una dimensión hecha a medida para Ohvale y el compuesto está pensado para rodar con frío. Dicha dimensión tiene en cuenta lo más pequeño y lo más grande que suelen aceptar los circuitos.
Pesan solo 64 a 68 kg en seco, el piloto (adulto) es la parte más pesada del conjunto casi siempre
Una ventaja innegable de esta moto es que al no alcanzar grandes velocidades las consecuencias de las caídas son mucho más llevaderas tanto para los huesos del piloto como para la propia moto. Tiene topes de teflón en el manillar y las estriberas -ajustables- resistentes a la abrasión. Huelga decir que es mejor llevarla con mono integral y sus protecciones de alta gama.
A nivel estructural está todo pensado. Por ejemplo, asiento y depósito están realizados en una única pieza para asegurar la rigidez, y la gasolina en realidad se almacena en un tanque de aluminio situado por debajo del falso. El chasis se ha diseñado para limitar los daños en las caídas y reducir el coste de reparación. El basculante trasero es de aluminio.
La carrocería de fibra de vidrio con autoclave es aún más ligera que la fibra de vidrio normal
En España el único distribuidor que aparece oficialmente es ETG Racing, sito en Girona, que no es un vendedor de motocicletas como tal, sino una escuela de mecánica con su propio equipo de competición. Los precios de fábrica parten de los 3.680 euros hasta algo más de 5.000, a los que hay que añadir el IVA.
En definitiva, la Ohvale GP-0 sirve tanto para inocular el veneno del motociclismo a un preadolescente como para que un piloto de MotoGP se lo pueda pasar bomba y quitarse el óxido fuera de temporada. En relación a la calidad de los componentes no se puede decir que el precio esté fuera de órbita.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS