La relación de Peugeot con los scooter viene de muy lejos. Más de lo que podríamos pensar. Fue a mediados de la década de los 50 cuando puso en la calle su primer modelo, el Peugeot S 55, con motor de 125 cc. Tras cesar su producción, tendríamos que esperar hasta principios de los años 80 (concretamente en 1983), para volver a ver scooter fabricado por la marca del león. Sería el Peugeot SC 80 (y su gemelo más pequeño, el Peugeot SC 50), un modelo que revolucionaría el mercado.
El pequeño Peugeot SC 80, que nada más verlo rezuma diseño ochentero por los cuatro costados, tiene el honor de haber sido el primer scooter con carrocería de plástico. Sí, hasta que no hizo acto de presencia, los únicos scooter que existían (no ciclomotores), eran Vespa con carrocería de chapa. Le debemos otro favor a Peugeot, o mejor dicho los franceses, porque fueron ellos quienes presionaron al gobierno de por aquel entonces, para permitir que los conductores con carné de coche pudiesen llevar motos automáticas de hasta 80 cc.
Pero la marca gala se encontró con un problema: no tenían grupo motopropulsor para montar en su diseño. El chasis y carrocería lo tenían listo, pero no así el motor y toda la parte eléctrica. Fue entonces cuando hablaron con Honda, quien ya suministraba motores a Peugeot para los ciclomotores que montaban en la fábrica de Bélgica. Los japoneses accedieron, y proporcionaron tanto el motor como la transmisión y el sistema eléctrico, que era exactamente el mismo que se usaba en la Honda Lead de principios de los 80. Por aquel entonces, Peugeot dependía en muchos de sus modelos de fabricantes externos. Solo hay que recordar el caso de la Peugeot X 125 LC con base Gilera.
El éxito del Peugeot SC 80 no tuvo precedentes en Francia. Se convirtió, por mucho, en el vehículos más vendido en Francia, colocando más de 8.500 unidades al año. Para que os hagáis una idea, el modelo de scooter más vendido en España en todo el 2020 fue el KYMCO Agility City 125, con 5.704 unidades. Muy lejos de las cifras conseguidas por el pequeño vehículo francés más de 35 años antes. Y ese éxito se hizo notar en España, donde también se vendió con buenas cifras ya que su precio no sufría los impuestos de importación que sufrían los vehículos japoneses.
El corazón del SC 80 era un motor de dos tiempos, monocilíndrico y de 79,66 cc (48×44 mm). Ofrecía una potencia máxima de 6,5 CV a 6.500 vueltas, siendo su alimentación por un karburador Keihin. Dotado de un chasis monotubo, horquila telescópica y motor basculante, recurría a unas pequeñas ruedas de 10″ con frenos de tambor. Su peso era muy bajo, unos 78 kg en vacío, y la velocidad que podía alcanzar era de 75 km/h. Su dotación de origen era muy completa.
Disponía de arranque eléctrico (con pedal por si fallaba la batería), un grupo óptico delantero con luces cortas/largas e intermitentes integrados, asiento de dos plazas, etc. No solo triunfa el modelo de 80 cc, el pequeño Peugeot SC 50 es carne de instituto, con docenas de ellos aparcados en las calles próximas a los lugares de estudio.
Tras casi diez años en el mercado, el Peugeot SC 80 y sus versiones, se dejan de producir en 1992. Son sustituidos por otros modelos más modernos, como los Peugeot SV, Zénith y Buxy. Aunque no hay muchos a la venta, es posible encontrar alguno entre 300 y 600 euros.
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Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS