En la industria automotriz las colaboraciones entre empresas siempre han estado tan a la orden del día que incluso reciben un nombre propio. Joint Venture. De esta forma, al menos dos marcas independientes unen sus esfuerzos para crear un sólo modelo que será comercializado al unísono por todos los partícipes en el consorcio. Esto lo conocemos bastante bien por el mundo de las furgonetas y demás vehículos industriales ligeros, aunque en el motociclismo se ha llegado a dar incluso en nichos tan concretos como el Cross. De hecho, en lo relativo a la catalana Bultaco tenemos un ejemplo bastante claro cuando hablamos de la Rickman-Bultaco Metisse. Pero vayamos por partes.
Respecto a la génesis e historia de Bultaco poco más podemos añadir a todo lo que ya se haya comentado anteriormente. Sin embargo, seguramente habrá no pocos aficionados que se estarán rascando la memoria para saber de dónde ha salido eso de Rickman. La otra mitad partícipe en el desarrollo de la Metisse, bastante más desconocida en lo que se refiere a la trayectoria del motociclismo deportivo en la Península Ibérica. Pues bien, se trata de una empresa fundada en 1960 por los hermanos británicos Don y Derek Rickman. Consumados especialistas en las pruebas de Motocross, estando tan encandilados con los modelos de Bultaco que incluso llegaron a trabar amistad con Xavier Bultó, llegando a ser los importadores de la marca en el Reino Unido.
Así las cosas, la alianza llegó a tal punto que para 1964 Rickman ofreció a Bultaco su experiencia en materia de construcción de chasis – comercializaban sus propias creaciones usando motores fabricados por terceros – a fin de remediar los problemas presentados en algunas Sherpa N y S. Relativos a la fractura de los bastidores al enfrentarse a condiciones extremas llenas de saltos e impactos. De esta manera, la empresa inglesa diseñaría un nuevo chasis preparado para el desarrollo del Motocross más intenso, sobre el cual se montaría una mecánica firmada por Bultaco. Eso sí, en todo esto no fue tan condicionante una hipotética falta de pericia tecnológica en Bultaco como la dificultad que tuvo España, hasta finales de los sesenta, a la hora de acceder a un buen acero en los mercados internacionales.
Mientras Bultaco aportaba la mecánica, los hermanos Rickman diseñaron y fabricaron un chasis de acero realmente resistente. Eso sí, hasta cierto punto
Rickman-Bultaco Metisse, el primer paso para la Pursang
Más allá de lo relativo a la cuestión del chasis, lo cierto es que en la historia que entramó por un tiempo los destinos de Rickman y Bultaco existió una importante revelación mecánica. Una revelación referida a los motores de dos tiempos. Y es que los pilotos británicos estaban acostumbrados a las mecánicas de cuatro tiempos tan pródigas en las motocicletas de Cross fabricadas en su país.
No obstante, cuando Don y Derek Rickman probaron los motores de dos tiempos fabricados por Bultaco durante una prueba a la que fueron invitados por el propio Bultó, todo aquello empezó a cambiar. Para empezar, no sólo les llamó la atención el menor peso de estos. Sin también su mayor potencia y nervio. Así las cosas, resultaba lógico pensar que, con un buen chasis, estos motores serían protagonistas en las tan recurrentes pruebas de Motocross celebradas en el mundo anglosajón.
Cruce de intereses en el que nació la Rickman-Bultaco Metisse en 1964, siendo el prólogo necesario para la aparición tres años más tarde de la Bultaco Pursang. Ésta ya completamente realizada en solitario para la empresa de Bultó. Una motocicleta que fue todo un éxito para Bultaco, resarciéndose así de cómo habían ido las cosas con la Rickman-Bultaco Metisse. Y es que, veamos. Respecto a las unidades fabricadas – se ensamblaba tanto en el Reino Unido como en España – se especula con diversas cifras que orbitan siempre el centenar.
El final del modelo vino precedido de serios desencuentros no sólo de diseño, sino también en comercialización y exportaciones a los Estados Unidos
En este sentido, la escasa comercialización de la Rickman-Bultaco Metisse tiene sentido dado que se trata de un modelo muy especializado. De hecho, podemos hablar de una montura por y para las carreras de un cierto nivel. En el apartado mecánico, Bultaco confió en un monocilíndrico de dos tiempos con cuarto de litro y unos 20CV como ya estaba haciendo con algunas variantes de la mítica Sherpa T nacida en 1964. Gracias a ello, estamos hablando de una montura de Motocross muy efectiva. No obstante, cuando España pudo acceder en mejores condiciones a diversos tipos de acero Bultaco ya había acumulado una experiencia técnica importante. Si a esas dos condiciones favorables se le suma la existencia de crecientes desacuerdos con Rickman tanto en materia de diseño como de comercialización, el resultado es que para 1967 la Metisse desaparecía sustituida por la Pursang. Y es que, en ciertos negocios, las compañías pueden ser problemáticas.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS