La Royal Enfield Thunderbird 500 es una moto que seguramente nunca hayas visto por la calle. Es normal, nunca llegó a España. Este modelo vio la luz en el año 2000 y fue una buena idea de los indios, al intentar aprovechar lo que ya tenían diseñado por la fábrica para construir una moto nueva. Con esta maniobra crecía su catálogo y así podían ampliar su base de mercado en India sin desperdiciar demasiados recursos en I+D, algo de lo que por aquella época no andaba sobrada Royal Enfield.
Y lo que tenían diseñado en Chennai a comienzos de siglo básicamente eran dos cosas: la Royal Enfield Bullet 500 y la Bullet 350. Si os fijáis en las fotos, las similitudes entre la Thunderbird 500 y la Bullet 500 son más que evidentes.
El sempiterno monocilíndrico de 500 se heredaba íntegramente de la “bala”, eso sí, con un nuevo acabado estético en color negro mate que le daba un aire más actual al modelo, como intentando hacer ver que era algo nuevo.
El chasis también hacía suyas las soluciones técnicas de la Bullet, solo que aquí cambiaban las geometrías para proveer una posición de conducción más custom, con el asiento bajo y la pipa de dirección algo más arriba, para levantar la posición del manillar. Estaba construido con tubos de acero, algo en lo que también coinciden todas las nuevas creaciones de la marca.
La Royal Enfield Thunderbird no era una custom al uso, larga y baja. Por tamaño y cotas podría estar más cerca de… una Yamaha SR 250 Special, por poner un ejemplo que nos es más cercano. Era una moto muy corta de ejes, y estrecha. Con esto se buscaba un vehículo ratonero y ágil, que cambiase de dirección como si nada y con un radio de giro reducido, ideal para hacer frente al caos del tráfico y las ciudades indias.
Estéticamente, era una moto clásica, con bastante barroquismo y mucho cromado, algo habitual en las custom de aquella época. Destacaban sus ruedas de radios de 19 y 17 pulgadas para los ejes delantero y trasero respectivamente. En 2018 los indios sacaron una versión con un diseño más actual, vanguardista y urbano, era la Royal Enfield Thunderbird 500 X, y los parecidos con la nueva Royal Enfield Meteor 350 son más que evidentes.
A nivel prestacional, era muy similar a la Royal Enfield Bullet 500, ya que compartían el mismo corazón. Los 27 CV a 5.200 vueltas cundían menos de lo que parece, y la velocidad máxima rondaba los 110 Km/h. Donde la cilindrada sí se hacía notar era en su generoso par de 42 Nm que le daba un toque contundente y buena respuesta al mando del gas, ideal para salir rápido de embrollos en la jungla urbana.
La Royal Enfield Thunderbird 500 fue todo un éxito y se vendió en generosos números. Este modelo es el principal culpable del éxito y el crecimiento que ha tenido la marca en las últimas décadas. Gracias al dinero que se obtuvo de sus buenas ventas, se han podido acometer nuevos proyectos como la Royal Enfield Himalayan, o las bicilíndricas de 650, y ya solo por eso, es un pedacito de historia digno de preservar.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS