La motocicleta que hoy os traemos hasta nuestra sección de la Moto del día, es la Sunbeam S7 DeLuxe, fabricada bajo el mandato de BSA que se hacía con los derechos de la empresa en 1943, antes de ser propiedad de AMC y posteriormente de varios holding empresariales del momento. Quizás la S7 no fue la moto que imaginaron construir en un principio la marca británica y prueba de ello fueron las críticas que recibió a lo largo de prácticamente una década que se mantuvo en el mercado con tres versiones diferentes, repartidas entre la S7, S8 y una última variante denominada S7 De Luxe.
Por aquellas fechas, BMW era quizás la referencia para el resto de marcas en cuanto a diseño y tecnología, y con estas directrices BSA encargaba al diseñador noruego Erling Poppe una motocicleta con características similares, aunque no idénticas, que las R75 del momento, por lo que Poppe daba forma a un chasis doble cuna fabricado en sección tubular de acero inspirado en las motocicletas germanas.
Dentro de aquel bastidor se decidía acoplar un propulsor bicilíndrico en posición tándem, fabricado en aluminio, con cuatro válvulas y árbol de levas en culata, cubicando 487 cc y estando refrigerado por aire, que lograba desarrollar una potencia de 25 CV a 5.800 RPM, permitiéndole alcanzar una velocidad máxima en torno a los 120 km/h, aunque el propulsor inicialmente estaba preparado para dar más potencia, en torno a los 40 CV y mejores prestaciones, sobre unos 150 km/h, algo que tuvieron que descartar por su funcionamiento general poco eficiente en la primera serie.
La Sunbeam S7 DeLuxe fue la versión mejor acabada de una saga que pasó con más pena que gloria, por una etapa en el que la marca británica no vivía su mejor momento
Otro de los elementos que destacaban en aquel modelo era su transmisión secundaria mediante un eje cardan, que en lugar de disponer de un piñón cónico en la punta, al igual que las BMW, empleaba un Vis sin fin que no destacaba precisamente por su durabilidad, transmitiendo el conjunto motor-transmisión demasiadas vibraciones que ocasionaban una desagradable sensación al conducirla, hecho que desembocó en la ya mencionada reducción de potencia y prestaciones.
Dentro de los problemas que arrastraba aquella motocicleta, uno de ellos eran sus suspensiones, que en un inicio se optó por no incluir amortiguador dentro de las botellas de la horquilla, recurriendo a un sistema externo compuesto por sendos muelles que unían la pipa de la dirección y el guardabarros delantero, algo que por suerte desapareció en las siguiente versión, la S8, aparecida justo dos años después y que mitigaría algunos de los grandes inconvenientes que había en el diseño inicial de Poppe.
Para rematar aquel desaguisado técnico se optó por unos neumáticos demasiado anchos montados en llantas de 16 pulgadas, así como una frenada poco contundente con simples tambores en ambos ejes accionados por una leva únicamente, lo que convertía definitivamente a la S7 en una motocicleta difícil de pilotar, a la par de problemática en general, sobre todo a nivel mecánico, donde sus cilindros no eran lubricados de manera eficiente dada la disposición de estos.
Los problemas dentro del diseño técnico de la S7 DeLuxe se amontonaban uno tras otro, con la consiguiente mala fama que adquirió rápidamente entre los clientes que se hicieron con un ejemplar
Dos años más tarde, y con apenas 2.000 unidades facturadas de aquella primera versión, además de haber finiquitado a su creador, apareció una nueva versión denominada S8, que aun a pesar de no solucionar todos los inconvenientes de su antecesora, mostraba una mejor actitud a nivel general, gracias a una horquilla delantera reformada, neumáticos de menor sección, un aligeramiento de peso y un precio inferior que la hacía cuando menos más atractiva.
Casi al mismo tiempo aparecía la S7 DeLuxe, donde además se habían hecho modificaciones en el cárter, encamisado de cilindros o mejora en anclajes y silentblock del marco, logrando que se dulcificara su conducción. Además y solo en esta versión se tenía la opción de elegir el color verde manzana denominado Mist Green, que lograba darle un toque más deportivo a su estampa, algo de lo que siempre gozó una buena aceptación del público en general.
Durante prácticamente una década la S7, S8 y S7 DeLuxe formaron parte de la marca del “Rayo de sol”, logrando alcanzar unas cifras aceptables de ventas, a pesar de la mala reputación adquirida en los primeros años de vida del modelo. Pero ni siquiera esto sirvió para poder salvar a la marca británica que en 1956 prácticamente decía adiós, previo intento de construir algún modelo de ciclomotor hasta 1964, momento que cerró definitivamente sus puertas. En la actualidad si queremos hacernos con una S7 deberemos preparar a partir de unos 9.000 euros, cifra que crecerá paulatinamente si optamos por una S8 o una DeLuxe, además de tener en cuenta aspectos como estado, procedencia o si se han restaurado partes de esta o en su totalidad.
Fotos: Mecus Auctions
J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS