Moto del día: Suzuki GSX400S Katana

Moto del día: Suzuki GSX400S Katana

De venta solo en Japón en 1992 y 1993, animada por el motor de la Bandit 400


Tiempo de lectura: 2 min.

La Suzuki Katana es una de esas motocicletas míticas, que solo con nombrar su denominación ya provoca toda clase de comentarios. De hecho, es tan mítica que la misma Suzuki recuperó su nombre y su concepto en 2019. No obstante, merece la pena destacar que el nombre de Katana se volvió a usar en Estados Unidos para las Suzuki GSX-F de 600, 750 y 1100 centímetros cúbicos en los 80, y de sus reemplazos lanzados en 1998.

Además de aquellas Suzuki Katana, unos 10 años después, apareció una versión exclusiva para el mercado japonés y que resulta un modelo bastante desconocido: la Suzuki GSX400S Katana. Sí, una versión con motor de 400 centímetros cúbicos, que hoy día, con el carnet A2, podría ser todo un best seller.

La Katana 400 se puso en circulación porque en Japón, todo lo retro estaba de moda y en Suzuki pensaron que era buena idea relanzar una pequeña Katana con motor de 400 centímetros cúbicos y aprovechar el tirón comercial. Pero no solo eso, llegó justo con una reedición del modelo original solo para Japón, con otras versiones con cubicajes de hasta 250 centímetros cúbicos.

suzuki gsx400s katana (2)

Así, la Suzuki GSX 400S Katana se puso en las tiendas en 1992 animada por un motor de cuatro cilindros, refrigeración líquida y 399 centímetros cúbicos, que rendía 43 CV a 10.500 revoluciones. Se trata del mismo motor que montaba las Bandit 400, que derivaban del motor de la Suzuki GSX-R400, así pues, lo que parece un radiador de aceite, en realidad, es el radiador convencional para el sistema de refrigeración.

Estéticamente era una réplica, hasta en el más mínimo detalle, de la primera Katana lanzada en los 80. Incluso se montó el motor inclinado 18 grados hacia delante, como en la Katana 1100. No obstante, había un pequeño cambio con respecto a la 1100, que a simple vista cuesta encontrar, como los neumáticos más anchos, las pinzas de freno Tokico de cuatro pistones o los amortiguadores gemelos Showa.

Su comercialización, como se ha comentado antes, se limitó a Japón, aunque se exportó en pequeñas cantidades a otros países de Asia y Pacífico, aunque es posible encontrar unidades en Internet en otros mercados.

La producción de la Suzuki Katana 400 duró solo dos años, entre 1992 y 1993. Se lanzó en varias opciones de color, como los tradicionales gris y gris oscuro con el motor en negro. También se pueden encontrar versiones con parte de la carrocería en otra tonalidad

COMPARTE
Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado